Aumentan los delitos cometidos por jóvenes de entre 14 y 17 años.

 En 2023 un total de 14.026 menores fueron condenados con sentencias firmes, un 4 por ciento más que en 2021. Es una tendencia alcista desde 2016 y que solo se refrenó un poco con la pandemia de 2020.

Chicos de entre 14 y 17 años que deberías estar saliendo con chicas o estudiando para el Bachillerato se han convertido en agresores de compañeros de clase, violadores en grupo de chicas en las zonas de ocio o asesinos de adultos. "Tienen un sentimiento de impunidad total a la ora de cometer delitos al ser menores de edad. Piensan que no les va a ocurrir nada; que sus actos no tendrán consecuencias", asegura Rocío Losada, psicólogo experta en adolescentes. "Si no se frena esto, implicando a toda la sociedad, solo puede empeorar".

Según la Fiscalia General del Estado en 2021 solo hubo 668 agresiones sexuales por parte de adolescentes frente a los 974 de 2022, y la mayoría son violaciones grupales. "El violador no busca mantener sexo, sino satisfacer necesidades de poder a través del sexo. Cada vez que sale una historia de hombres condenados por pertenecer a una Manada, ellos no sienten ya la curiosidad, sino querer ejercitarlo parea poder competir con ellos". El consumo de pornografía desde edades cada vez más tempranas a través de Internet es una de las principales causas. Según Save The Children un 53 por ciento de sus encuestados han accedido al porno entre los 6 y los 12 años. Otros factores que contribuyen al aumento de la violencia sexual es el mal uso de las redes sociales, la falta de la educación sexual en los hogares y los centros docentes y la aparición de la inteligencia artificial que ya han usado muchos de los adolescentes condenados para publicar fotografías artificiales de compañeras de aula desnudas.

Los homicidios cometidos en 2022 por menores superaron en centenar, duplicándose en los últimos cinco años. Se han expandido las bandas juveniles en los grandes núcleos urbanos. A esto se unen las peleas entre menores que usan las redes y el correo electrónico para hacer violentas quedadas y las agresiones a profesores, vistos como figuras de autoridad que estorban y por esto mismo, trofeos que cobrar.