El 26 de marzo de 1942, en Poprad, Checoslovaquia, 998 mujeres se subieron a un tren. Pensaban que estaban siendo movilzadas como fuerza de trabajo rural para los ocupantes. En realidad las llevaban a un campo de exterminio.
Una de las pasajeras del primer transporte de mano de obra esclava femenina era Rena Kornreich, una adolescente polaca de 17 años, que había trabajado en la actual Eslovaquia como niñera (en el registro de transporte de prisioneros judós era la nº 716). Su hermana, Danka, llegó a Auschwitz dos semanas después.
Durante los siguientes tres años y 41 días, Rena y Banka se endurecieron ante el horror: golpes, trabajos forzados, y el constante contacto con la muerte. Decidieron usar la copasión en contraposición a la intolerancia y el odio. Rena moriría en 2006, 60 años después de a liberación del campo a manos de los soviéticos.
Esta historia la contó Heather Dune Macadam, que conocía personalmente a Rena Kornreich, con quien viajó a Auschwitz para celebrar el 50 aniversario de la liberación en 1995.
¿En qué consistía la promesa de Rena que da nombre a tu libro?
Hubo un momento en que Danka creyó que todos los esfuerzos que ambas hacían para sobrevivir eran en vano, así que decidió dejar de alimentarse. Rena le mostró su mano y le hizo el juramento: ante ella, la Toráh y sus padres juraba que si Danka moría Rena se dejaría morir o provocaría una excusa para que los guardias la matasen. Danka juró lo mismo.
En tu libro LA PROMESA DE RENA: UNA HISTORIA DE HERMANAS EN AUSCHWITZ dices que la infancia de Rena y Danka las mentalizó para poder sobrevivir a los horrores del peor campo de exterminio sin quedar tocadas en lo espiritual.
Rena y Danka crecieron en el pueblecito polaco de Tylicz en la frontera de Polonia y Checoslovaquia. Los judíos de la localidad vivían en armonía con los gentiles.
Los que se acercaban al hogar de los Kornreich y tenían hambre eran saciados. Si hacía frío y los visitantes de paso tenían niños pequeños, el padre los invitaba a calentarse un poco delante de la chimenea. No pasaba nada si eras gitano, un judío pobre o un gentil pobre. Los padres de estas chicas no hacían distinciones.
De hecho era la mentalidad comunal. Cuando las chicas de Tylicz acabaron en los barracones de Auschwitz se llevaron ese ethos al campo de concentración. Aprendieron una cosa: los individualistas no sobreviven en ese ambiente envenenado, por lo que cuidaban las unas de las otras. Sorprendentemente, todas sobrevivieron.
Los lectores pueden estar sorprendidos de que la gente pensara que podían proteger a sus familias obedeciendo las directrices de los nazis. ¿Cómo llega al campo Rena?
El Gobierno checo decía que todas las familias judías debían dejar un hijo para que trabajase para las tropas de ocupación. En el pueblo de Checoslovaquia donde Rena se ocultaba de las represalias de los nazis de Tylicz ,"trabajo en el campo" significaba "trabajo en la granja", plantando patatas y haciendo cosas similares.
El primer transporte de mano de obra esclava era totalmente femenino. Antes de su llegada, el campo estaba lleno de prisioneros de guerra y políticos. Había algunos judíos pero habían sido capturados por apoyar acciones contra las tropas de ocupación o eran comunistas.
En un par de semanas tras la llegada de Rena, ya había en el campo 4760 mujeres en el campo y la Solución Final era un proyecto que descansaba letal en carpetas en los despachos de los comandantes de los campos.
Rene y Danka estuvieron a punto de no contarlo, ¿verdad?
Tuvieron un problema con el doctor Mengele. Fueron seleccionadas para un trabajo en la lavandería del campo. Esos destinos estaban muy disputados entre las prisioneras porque significaban una racion diaria más y las bocachas de los fusiles de los guardias más lejos. Pero Rena se fijó en que algunas mujeres de la lavandería eran apartadas de las filas durante los recuentos.
Rena dijo a Danka:"Esto tiene mala pinta. Vamos a coger esta carpeta y vamos a hacer como que la tenemos que entregar a alguien. Si los guardias de las torretas nos paran, se acabó. Pero piensa que ya íbamos a morir, de quedarnos aquí".
Cogieron la carpeta, recorrieron el campo y volviero para el recuento en su barracón. Nadie las echó en falta en la lavandería. Mas tarde se supo que Mengele había tratado de esterilizar a esas mujeres y habían muerto.
En otra ocasión un guardia le pegó una paliza a Rena por saltarse una de las normas del campo. Le amenazó con enviarla a la cámara de gas. Pero una kapo a cargo de su baracón, una tal Emma, prostituta en la vida civil, decidió acostarse con el responsable de las listas a cambio de tachar el nombre de Rena. Hubo tirantez entre Rena y Emma durante los siguientes días, pero nadie la obligó a hacer esto con un hombre al que seguramente detestaba. Lo hizo por compasión.
¿Eran diferentes las condiciones del campo para las mujeres que para los hombres?
Los guardias solían violar a las mujeres y desnudarlas delante de sus maridos, para recalcar la impotencia de ellos en las nuevas condiciones. Es algo que se da en las guerras con frecuencia. Violar a una mujer en la guerra significa: "No podéis protegerlas. No tenéis nada. Vosotros tenemos vuestras vidas y vuestro futuro"
Esta edición de LA PROMESA DE RENA esta expandida. ¿Qué hay de nuevo en la segunda edición, Heather?
He encontrado la primera lista original del primer transporte de mujeres a Auschwitz. Ha reconstruido la lista con los nombres, las edades, y la supervivencia o no con la ayuda de la USC Shoah Fundatión, que tenía 22 nombres, y las familias contactaron conmigo en el foro de mi página web.
El Yad Vashen de Israel me proporcionó la lista original. Supe que había 259 adolescentes en el primer transporte ferroviario, y que 50 de ellas murieron en los primeros seis meses.
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