Trump se venga de Twitter (Un artículo del verano de 2020).

 El tipo se hace llamar Q. No se conoce quién o quiénes son los que están detrás pero algnos estadounidenses están dispuestas a jurar que todo lo que teclea en las redes es cierto, desde que Melinda Gates pertenece a una secta satánica o que la antigua cancillera alemana Ángela Merkel es en realidad una nieta de Hitler.

Q asegura que tiene acceso a archivos secretos clasificados de máxima seguridad. Y lleva años anunciando laTormenta, un autogolpe de Estado por parte del propio Trump en que se detendrá al matrimonio Gates, entre otros empresarios, políticos y actores de Hollywood que los seguidores de QAnom ( un acrónimo de Q y la palabra Anónimo) desprecian. Lleva años hablando de la tesis del Estado Profundo, una supuesta conspiración llevada a cabo desde las sombras por los dos antgos presidentes demócratas para boicotear las polémicas decisiones del presidente republicano Donald Trump y hacerle quedar mal.

"Cuando empieza el squeo, empiezan los disparos", tecleó Donald Trump el 28 de mayo de 2020. Unos policías blancos acababan de matar hincándole una rodilla en el cuello a un afroamericano con claustrofobia para reducirle con lo que lo único que habían logrado era matarle. Los disturbios superaron los provocados por los militantes negros tras el asesinato de Martin Luther King en 1968.

Jack Dorsey lee el Tweet y llama de reunión de urgencia a sus accionistas y a sus abogados. Según él, el presidente ha llegado demasiado lejos. Está animando a la Guardia Nacional o disparar contra civiles desarmados que solamente protestan contra e racismo institucional y los abusos de poder de las fuerzas del orden. Hay un debate que le ocupa a la plantilla directiva de Twitter largas horas. Para unos, Twitter no es responsable de lo que los usuarios escriben, porque no era en el verano de 2020 mas que una plataforma neutral.

Trump ya habia publicado 59.600 tweets antes, bastane de ellos polémicos, y Dorsey no se lo había tomado como algo personal, salvo en el caso de tres que insinuaban un posible fraude en los votos postales. Twitter los publicó pero añadiendo enlaces a páginas contrastadas para rebatir lo que decía Trump. El resultado de esas actuaciones fue que los empleados de la red que filtraban los mensajes nocivos recibieron insultos y amenazas por parte de miembros del inccipiente Movimiento de los Proud Boys. Pasadas las 12 de la noche la decisión está tomada. El Tweet polémico del presidente será censurado.

Trump reaccionó la mañana siguiente instando al Congreso a modificar la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones según la cual si Twitter iba a censurar al jefe de Estado tendría una responsabilidad sobre lo que se publicaba en sus canales, lo que suponía perder a los 90 millones de seguidores de las ocurrencias del magnate metido a presidente. También se castigó bajo al mismo cargo a Facebook, la red social de Zuckerberg.