Broki asusta a los humanos del parque.

 

(El sol brilla en el parque y Broki, un perro juguetón, corre felizmente detrás de su pelota de siempre, haciendo giros y saltos mientras su dueño, Javi, observa desde un banco. Sin embargo, algo capta la atención de Broki: un hombre en bicicleta pasa velozmente cerca de él. La pelota queda olvidada en el césped mientras Broki comienza a correr tras el ciclista, dejando atrás su juguete favorito.)

Broki: (ladrando emocionado) ¡¡¡Ehh!!! ¡¿A dónde vas?! ¡Vas demasiado rápido, pero yo puedo alcanzarte! ¡A ti te atrapo!

Duna: (una perra Jack Russell, mirando desde lejos con desaprobación) Broki… ¿qué haces? ¡Déjalo ya! ¡Tienes una pelota aquí, y estás persiguiendo a ese tipo en bicicleta!

Sugar: (un perro yorkshire, más tranquilo, pero igualmente preocupado) Broki, ¿acaso no sabes que con eso le vas a dar un buen susto al hombre? ¡Vas a acabar siendo el terror del parque!

Broki: (sin freno, corre tras el ciclista) ¡Voy a darle un buen susto! ¡Soy rápido, soy ágil, soy… el perro más veloz del parque! ¡No me vas a escapar!

(El ciclista, un poco alarmado, empieza a pedalear más rápido. Broki, como un cohete, corre cada vez más rápido, saltando y esquivando a la gente que se cruza en su camino. El ciclista finalmente toma una curva y se pierde entre los árboles, pero Broki no se detiene. Al ver a un niño negro jugando con una pelota más adelante, cambia de objetivo y empieza a perseguirlo.)

Duna: (suspira) ¡Por favor, Broki! ¡Mira lo que estás haciendo! ¡Ese niño no tiene nada que ver con tu carrera por el parque!

Sugar: (gritando mientras corre detrás de Broki) ¡Broki, para ya! ¡¿Qué te pasa?! ¡Ese niño está solo y tú estás asustándolo!

Broki: (ladrando con entusiasmo) ¡Este sí que es rápido! ¡No te vas a escapar de mí! ¡Soy el rey de las persecuciones!

(El niño, asustado, comienza a correr más rápido, tropezando un poco mientras Broki lo sigue de cerca, saltando y ladrando con energía.)

Duna: (grita, ahora más cerca) ¡Broki, ya basta! ¡¿Qué pasa contigo hoy?!

Sugar: (en tono firme) ¿Sabes lo que vas a hacer, Broki? ¡Vas a meterte en un lío con Javi! ¡Tienes que parar!

(Broki se detiene finalmente al escuchar las palabras de Sugar y Duna, mirando hacia atrás mientras el niño se aleja, aún algo confundido pero ya calmado.)

Broki: (jadeando) ¡Vaya, es más rápido de lo que parece! Ese niño tenía un color tan raro... Pero… ¿por qué me gritan tanto? Solo estaba jugando.

Duna: (mirándolo con seriedad) Jugando, ¿eh? ¡Eso no era un juego, Broki! ¡Eras un verdadero peligro para ese niño y ese hombre en bicicleta! Si sigues con esas actitudes, tu amo Javi va a tener problemas con la Policía de los humanos.

Sugar: (con tono más suave, pero también seria) Tienes que pensar antes de actuar. No puedes salir persiguiendo a cualquiera que se cruce por el camino, ¿vale? Javi no quiere que te metas en problemas, y mucho menos que asustes a la gente.

Broki: (agachando las orejas) … ¿De verdad crees que lo hice mal? No quería asustarlos, solo quería correr un poco. Pero, ¿ahora qué? ¿Es demasiado tarde para pedir disculpas?

Duna: (mirando al niño que se aleja) Aún puedes aprender, Broki. Pero la próxima vez, controla esos impulsos. Es mejor que disfrutes del parque de forma tranquila, y que tu amo Javi no se lleve un susto de esos.

Sugar: (con una sonrisa suave) Y si de verdad quieres correr, ¡mejor con tu pelota, amigo! Así todos estaremos más tranquilos.

Broki: (mirando su pelota olvidada en el césped) ¡Tienes razón! ¡Mi pelota! ¡La había dejado por ahí! ¡Vamos a jugar con ella, entonces! (corre de vuelta hacia su pelota, sacudiendo el polvo de su pelaje)

Duna: (contenta de verlo calmarse) Eso es. Y la próxima vez, ¿qué te parece si corremos juntos, pero sin sustos?

Sugar: (sonriendo) Exacto. Todos podemos disfrutar, siempre y cuando respetemos a los demás. Y también a Javi, que no queremos que te regañe.

Broki: (recogiendo su pelota con la boca) ¡Vale! ¡De acuerdo! Pero ahora, ¡que empiece la verdadera diversión!

(Broki empieza a jugar con la pelota, mientras Duna y Sugar lo observan con una sonrisa, sabiendo que, aunque su amigo tenga mucha energía, poco a poco aprenderá a canalizarla de la manera correcta.)