Lenin mantuvo un largo ménage á trois con su esposa Nadia, y su amante, la exiliada risa, Inessa. El revolucionario quedó rendido ante esta sofisticada mujer. A pesar de los celos de Nadia ambas se hicieron buenas amigas.
En 1894, Vládimir Lenin acuda a una reunión clandestina en San Petersburgo, donde conoció a una jovn maestra revolucionaria, Nadia. Tras un viaje por el extranjero y unos años en la cárcel, la pareja se casó en 1898.
Como Nadia era profesora de adultos en un barrio miserable de la capital de Rusia tenía datos más fiables sobre las realidades del proletariado, según asegura Victor Sebastyen, autor de una reciente biografía sobre Lenin.
En diciembre de 1908 el matrimonio viajó a París, donde Lenin conocio a Inessa Armand, una simpatizante del comunismo que había huído de un matrimonio anterior y hablaba cuatro idiomas. Inessa era muy versatil. Podía hablar sobre alta costura con Nadia como acerca de la teoría del marxismo con su marido.
Lenin quedó hechizado por esta mujer y la puso al frente de una escuela para la clase obrera a las afueras de París. La idea era difundir las tesis marxistas y formar a los proletarios en técnicas conspirativas para extender la revolución a las fábricas francesas. Mientras tanto, Lenin e Inessa se hicieron amantes.
Es posible que durante los años de exilio, tras el fracaso de la revolución de 1905, Madia sintiera celos de Inessa pero por el bien de la tarea revolucionaria de su marido, algo que los tres consideraban por encima de todas las cosas, cediera. De todas maneras, Nadezhda jamás tuvo una palabra de hostilidad hacia Inessa y se comportó con ella como una buena amiga, hasta la ruptura con motivo del regreso de los tres a Rusia, poco antes de la Revolución de Octubre de 1917.
Como líder del Partido Bolchevique Lenin no podía dejarse ver en compañía de una amante, un vestigio de la decadencia burquesa que él se proponía erradicar de Rusia.
Inessa fallecería de cólera en una ciudad de Caúcaso el 24 de septiembre de 1920. Lenin le organizó unos funerales de estado en la Plaza Roja de Moscú y la enterró cerca del Muro Este del Kremlin.
Nadezhda y Lenin adoptaron a los cuatro hijos de Inessa y se comportaron con ellos como unos segundos padres.
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