A lo largo de la Historia se han sucedido algunos acontecimientos inesperados e impredecibles cuyas consecuencias han marcado nuestro mundo. Los llamados "cisnes negros" de la Historia.
Antes de que los colonos ingleses llegasen a Australia, los ingleses estaban convencidos de que todos los cisnes eran blancos, una creencia que se desechó cuando los naturalistas vieron los primeos ejemplares de cisne negro, una especie autóctona de Australia.
Nassim Nicholas Taleb, profesor de Ciencias de la Incertidumbre de la Universidad de Massachussetts, ha desarrollado una teoría sobre el impacto de hechos altamente improbables, como el ascenso meteórico delos nazis en Alemania en 1933, el estallido de la Primera Guerra Mundial, el descubrimiento de la penicilina (1928) o la caída del Muro de Berlín en 1989.
En 1905 Albert Einstein publicó su Teoría de la Relatividad. El útimo de sus artículos incluía la famosa fórmula E mc2. Nadie pensó que esa simple fórmula iba a segar tantas vidas en Hiroshima y Nagasaki.
El 14 de septiembre de 1930 tuvo lugar en Alemania otro "cisne negro". Aquel día, el Partido Nacionalsocialista, encabezado por Hitler, pasó de golpe de 12 a 107 escaños. La victoria electoral sería un "cisne negro" que conduciría a la Segunda Guerra Mundial, al Holocausto y a la pérdida de 55 millones de vidas.
Los expertos en política del Kremlin de los años 1970 y 1980 no podían vaticinar que el bloque soviético se disolvería entre 1989 y 1991 como una pompa de jabón.
También lo fue - al menos para los técnicos navales de 1912- el naufragio del Titanic, un barco dotado con lo mejor de la técnica de la Belle Epoque. El transatlántico de lujo partió de Southamptom el 10 de abril de 1912. Cuatro días después chocó contra un iceberg, lo que provocó su naufragio. Murieron 1513 personas.
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