domingo, 9 de diciembre de 2018

El último adios de los caballos.

Estuvo a nuestro lado durante 6.000 años. Revolucionó el transporte, la agricultura, la guerra...Pero cuando dejó de ser útil, lo dejamos de lado. El libro ADIOS AL CABALLO desvela cómo el hombre conquistó el mundo sentado a su grupa. Ningún otro animal, con permiso del perro,nos ha servido tan bien.

La relación del hombre con el caballo datan de 4.000 a de C, aproximadamente. Eso es mucho. Ni siquiera las relaciones de los pueblos con sus divinidades han sido tan duraderas. Antes de que Buda tuviera su revelación bajo el árbol bhodi o de que Cristo fuese crucificado, los hombres ya sabían cómo relacionarse con sus monturas.

"Pero la época de los caballos ha terminado", sentencia con aire triste el historiador alemán Ulrich Raulff. "La desgracia del caballo es que el ser humano lo consideró más una máquina que un ser vivo, y cuando inventó los primeros motores, los équinos dejaron de parecernos atractivos.

En 2018 podemos ver a los caballos de carreras correr en los hipódromos, en las fiestas, en los campos y montes...Y creemos que sigue con nosotros. "Pero es un espejismo. El caballo ha quedado como un instrumento deportivo, trapeutico o como símbolo de status", explica Raulff. Es España, en lo peor de la crisis, los propietarios que no podian mantenerlos los enviaban al matadero a razónde 70.000 por año.

"La gente no es consciente de lo mucho que le debe la cultura humana al caballo. Sin él nunca habríamos tenido órdenes de caballería como los teutones, los hospitalarios y los templarios. La literatura no sería lo mismo sin Ricinante o Belleza Negra. La arquitectura no sería lo misma sin la estructura caballera. E incluso el pintor Louis David jamás habia pintado ese cuadro de propaganda en que un joven Bonaparte, que abulta más que su caballo, cruza los Alpes".

Raulff nos confiesa que afirma que ese cuadro es propagandístico porque Napoleón cruzó los Alpes, sí, pero a lomos de una mula de Intendencia. Era un mal jinete, que reventaba los caballos y se caía con frecuencia de ellos.

La medicina nio habría avanzado con los desolladeros en los que practicaban los cirjanos de la Edad Moderna. La fotografía dio paso al cine con los primeros experimentos para captar el galope de los caballos. Los coches de caballos son un objeto de lujo ya en 1910, frente a unos automóviles suciós, todavía lentos y poco adaptables. La firma Studebaker ofrecía en 1910 a losclientes 115 modelos de carruajes de dos ruedas.

Cuesta imaginar una ciudad del siglo XIX, cuando la población caballar estaba en pleno apogeo. "Gran Bretaña tenía un caballo por cada 10 habitantes; la proporción en Estados Unidos era de un humano por cada cuatro caballos. Solo en Nueva York había 130.000 caballos. Los caballos neoyorquinos dejaban al día 1.100 toneladas de estiercol y 270.000 litros de orina.

En 1890 vivían en Londres 300.000 caballos. 26.000 de los cuales eran convertidos cada año en comida para gatos y fertilizantes. Había innumerables accidentes por gente arrollada por caballos desbocados. La vida de un caballo de un coche de punto era de cinco años, cuatro, si lo que arrastraba era la vagoneta de una mina.

"El bordillo de las aceras fue la respuesta a los atropellos y las lesiones causadas por las ruedas de los simones particulares y de los coches de punto. En el Nueva York de 1807 el cómputo semanal de víctimas era de 4 muertos y 40 heridos. La peor pesadilla de un viajero de diligencia del siglo XVIII y XIX no eran los salteadores de caminos sino los incidentes con el tiro de caballos.

"El caballo es un animal pacífico y esquivo en la naturaleza. Rehuyen la conforontación, salvo que esté enjuego el acceso a las hembras y el derecho a aparearse. Pero lo hemos hecho corres hacia las lanzas de los hoplitas griegos, los hemos hecho participar en los torneos medievales o los hemos hecho corres hacia la artillería en lo peor de las guerras del siglo XVIII y XIX",explica Raulff.

Murieron 8 millones de caballos en la Primera Guerra Mundial, en que también jugaron un tremendo papelón los perros. Las cargas de caballería empezaron siendo intimidatorias y letales para la infantería en 1815. En 1914 eran hazañas suicidas destinadas al fracaso con un único resultado para jinetes y monturas: la muerte.

Los caballos permitieron gobernar y conquistar grandes territorios en la epoca preindustrial. Los españoles llevaron sus caballos a América y sembraron el terror entree los nativos. Desde el siglo XVII, la cría de purasangres, iniciada por los ingleses, se basa en la separación de rasgos españoles o árabes. Los primeros cow boys fueron judíos españoles que huían de la Inquisición. Se hicieron ganaderos para no ser descubiertos por las autoridades eclesiásticas de Nueva España. Encabezados por el converso Hernando Alonso, llegoaron con Hernán Cortés a México en 1519. Lastima que su nombre y el Juan de Oñate, un cristiano viejo, no salgan en las crónicas de la conquista del Oeste americano.

Veáse:

CABALLO DE BATALLA de Steven Spielberg.

Leáse.

BELLEZA NEGRA de la autora Anna Sewell

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Karl Lagerfeld, un diseñador que no quería ver gente obesa en las pasarelas.

  Karl Lagerfeld (1933–2019) fue un influyente diseñador alemán, célebre por revitalizar marcas como Chanel y Fendi, y por su sello personal...