El Síndrome de Capgras.

La capacidad para contar historias, la imaginación, el hecho de poder asumir situaciones que no son inmediatas por placer, nos ha hecho avanzar como civilización. Cuando cogemos una novela sabemos que el autor nos va a mentir poniendo emoción y coherencia donde normalmente no las suele haber. Y asuminos el precio porque queremos evadirnos de una forma sana de la realidad y poder experimentar de forma simbólica experiencias a que que, de otra forma, no tendríamos acceso.

Pero la mente simbólica, además de proporcionarns mitos, una cultura y un pegamento social, puede volverse contra nosotros en forma de fake news. Explicaciones sencillas, falsas y tendenciosas para explicar una realidad que es como nos gustaría que fuera en lugar de la angustiosa realidad que suele ser.

El Síndrome de Capgras es una enfermedad provocada por una alteración en una región cerebral que regula el miedo: la amigdala. La amigdala nos ayuda a distinguir entre las situaciones familiares, que no son atemorizantes, y las nuevas, donde hay que extremar las precauciones. Pero en el caso de los enfermos con el Síndrome de Capgras es neutra.

Un paciente de este Síndrome puede decir: "Una actriz está interpretando el papel de mi hija. Habla como ella. Juega como una niña de 8 años normal con sus amigas de toda la vida. Sus profesores me dicen que no notan diferencia alguna, que me deje de tonterías. Pero yo sé que no es ella".

Origen del problema: Una amigdala estropeada.
Consecuencia: Posible transtorno discriminatorio para una niña de corta edad solo porque el padre no la encuentra familiar cada vez que la ve.

Ante una situación que causa sufrimiento y angustia para el paciente este fabrica un relato satisfactoria para que el Síndrome de Capgras duela menos. "No es mi hija. Es una actriz que la imita a la perfección".