miércoles, 3 de mayo de 2023

La bestia de Gevaudán.


 Jeanne Boulet sabe que le falta poco tiempo para morir y que no va a ser de la mejor manera. Esta pastora de 14 años yace malherida en un valle boscoso cerca del río Aller, en la región rural francesa de Gevaudán un día de junio de 1764. Los vecinos encuentran el cadáver despedazado en lo que parece ser otro ataque más por parte de los lobos.

Pero en las semanas siguientes más muertes se suceden a manos de un misterioso animal con desmembramientos y decapitaciones incluídos. Algunos vecinos dejan de hablar de batidas de lobos y empiezan a preguntar al párroco qué sabe acerca de los hombres lobo. Los lugareños empiezan a llamar al monstruo la Bestia de Gevaudán.

Tal monstruo mató a un centenar de personas a lo largo de tres años, entre 1764 y 1767. Las sucesivas batidas contra los lobos eran la única manera que los campesinos tenían de defenderse del ser que los estaba diezmando, pero los estudiosos discuten aún hoy si alguno de ellos fue la famosa Bestia.

El condado de Gevaudán está situado en el Macizo Central, con las comarcas de Auvernia y Languedoc. Es una tierra de densos bosques y llanuras lluviosas. Las guerras de religión del siglo XVI lo habían sumido en una economía ganadera y agraria. Algunos campesinos apenas sí tenían recursos para algo mas que la subsistencia.

Se tomó la medida que nadie saliera a pastorear ovejas en solitario y los preadolescentes pastorcitos de ambos sexos empezaron a trabajar en grupo pero la Bestia no se echaba atrás por los grupos relativamente numerosos por lo que siguieron los ataques.

Los primeros artículos de prensa sobre el monstruo fueron publicados por el publicista Franquin Morenas. El fin de la Guerra de los Siete Años y el desmantelamiento de las colonias francesas del Nuevo Mundo habían producido una sequía de noticias que fueron sustituidas por las de esta crisis. Los articulos de Morenas atribuian al monstruo una velocidad sorprendente, una inteligencia sobrenatural y lo comparaban con el mitológico León de Nemea.

También hubo héroes y supervivientes en aquella crisis. En enero de 1765 un grupo de adolescentes hicieron retroceder a la Bestia equipados con garrotes y lanzas de fabricación casera. En marzo de 1765 Jean Joulel,luchó con ella con éxito para proteger a sus tres hijos. Uno de ellos, de seis años, murió a causa de sus heridas. Marie-Jeanne Vallet luchó con una bayoneta contra el monstruo hiriéndola en el pecho. Desde entonces la llamaron La Doncella de Gevaudán.

Jean Baptiste Duhamel, un capitán de la milicia local, decidió equipar a los campesinos y establecer una red de informantes para capturar a la Bestia. Dijo a la prensa que los lobos dejaban para él de ser los principales sospechosos para pasar a serlo un posible felino de gran tamaño. "Su padre probablemente es un león. La naturaleza de su madre es desconocida", declaró. Pero fracasó a finales de 1764. En esa fecha, es cuando el rey Luís XV se decide a intervenir.

A principios de 1765 el rey recompensó al grupo de muchachos que habían hecho retroceder a la bestia y dio al cabecilla de ellos educación gratuita en una escuela castrense. También envió a la zona a Jean Charles Baulesme Dienneval, un afamado cazador de lobos de Normandía, escogido por sus éxitos, pero también él fracasó.

Luís XV enviará entonces a la región a  su guardaespaldas, François Antoine. Este, con la ayuda de una partida de soldados captura a un enorme lobo y considera que el trabajo ya está concluido, pero lo cierto es que las muertes violentas continúan y las autoridades de París se desinteresan de un asunto que ya les cansa y consideran resuelto. Entre 1765 y 1767 hubo 30 muertes. Incluso los periódicos sensacionalistas de la época se habían cansado del tema.

El 17 de  junio de 1767 el cazador local Jean Chastel dispara contra un enorme animal y lo mata. Los ataques cesan de inmediato. Los que vieron el cadáver del animal dijeron que era como un lobo " pero con una monstruosa piel rojiza, blanca y gris, que los cazadores no habían observado en los lobos antes".

El cadáver de la Bestia no se conserva pero se ha especulado con que alguien trajo a Auvernia y Gevaudán un tilacino, un togre marsupial de origen australiano, de potente mordisco, que al verse privado de sus presas habituales, busco unas más numerosas y fáciles de abatir: los humanos.

Para ver:

EL PACTO DE LOS LOBOS.

https://www.youtube.com/watch?v=KjdCp47eCh4

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