"La razón de la violencia es la violencia de la razón".
"LASA Y ZABALA" recrea con crudeza el episodio más señero de la "guerra sucia" contra ETA, pero soslaya la actividad terrorista de la banda.
Mi jefe Félix está como relaciones públicas de la agencia cultural donde trabajo en el Festival de San Sebastián, conocido también como el Zinemaldia. En su página web "EL FUGITIVO DEL AMOR" nos hablará de cosas cómo dónde se puede comer bien con los colegas de profesión en la capital de Guipuzkoa. Yo he cogido un periódico esta mañana y he visto que el director de cine Pablo Malo ha decicdido estrenar una película obre la violencia y el terrorismo de estado de los GAL.
Contexto histórico:
Año 1983. Son los años de plomo del terrorismo vasco, con una víctima o dos cada semana. La democracia es un invento reciente y eso descoloca a mucha gente en España.
José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala son dos miembros de ETA, miembros del comando Gorki. El comando queda desmantelado e inservible tras un encontronazo con las fuerzas del orden durante el asalto a una entidad bancaria.
Los dos chicos huyen a Francia, donde piden asilo y tratan de no ser extraditados. El jefe de la Guardia Civil, Galindo, ordena su secuestro, con el beneplácito de Julen Elgorriaga, gobernador civil de Guipuzkoa. Los etarras serán trasladados primero a la cuartel de Intxaurrondo y más tarde al Palacio de la Cumbre en San Sebastián, donde, debido a la cercanía de la frontera francesa, la presión de los atentados por parte de los etarras y el miedo - y por lo tanto el deseo de colaborar en algo tan dudoso por parte de los miembros de la Guardia Civil- era mayor.
Se aplicaron electrodos en los testículos, se les intentó ahogar en una bañera y luego se les trasladó para ser ejecutados al Levante español. Sus restos no fueron identificados hasta 1995.
Galindo y Elgorriaga fueron a prisión. Los ministros Vera y Barrionuevo, los inventores y gestionadores políticos del monstruo, también.
Contexto moral:
Cuando tienes el poder, te ocurren cosas de las que no eres enteramente consciente. Te conviertes en un símbolo, paro lo bueno y lo malo. En un símbolo se descargan las frustraciones por todo aquello que no funciona del sistema. Un símbolo puede ser destruído por el extremista de turno.
Los símbolos están rodeados de personajes peligrosos que los adulan, les distorsionan la realidad y huyen cuando la cosa se les va de la mano. Porque se supone que no hay nada que una persona- símbolo no pueda hacer, ni en teoría, pecados cuya sombra les pase factura.
En este contexto se entiende la violencia y su represión con métodos mafiosos y violentos.
Para ver:
(El trailer de esta película dirigida por Pablo Malo, producida por Pagazaartundua y distribuida por Barton Films)
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