Esta película no va de derrotar a grandes villanos sino de crecer, dejar atrás la infancia y madurar. La que se ve obligada a hacerlo es Riley, que acaba de dejar su pueblecito de Nebraska para probar las mieles y amarguras de la ciudad de San Francisco. En su mente viajan sus cinco emociones básicas: Alegría, con su optimismo a prueba de bomba; Miedo, siempre alerta ante el peligro; Asco, que sabe pefectamente lo que hace popular a una chica de 11 años; Ira, con sus decisiones drásticas. Y Tristeza, que, bueno, es simplemente, Tristeza.
Cuando Alegría y Tristeza queden atrapadas en el exterior del centro de control, las dos colaboradoras, con la ayuda de Bimbom, el amigo imaginario de la infancia de Riley, tendrán que encontrar la manera de regresar en un momento en que Riley no se adapta al nuevo colegio ni a San Francisco. La solución que se le ocurre a Ira, sin la presencia de la optimista Alegría es escaparse de casa, pero no pueden arreglar el estropicio después.
Tristeza, Alegría y Bimbom - que por cierto es una especie de elefante con rabo de gato, que llora caramelos- visitarán al lugar donde un equipo de rodaje graba los sueños de Ryley; el subsconsciente, donde anidan los temores de la niña; y la tierra del olvido, donde Bimbom se sacrificará para salvar a Riley. Al final Tristeza enseñará a Riley a tratar con su añoranza y evitará la fuga.
Tristeza, Alegría y Bimbom - que por cierto es una especie de elefante con rabo de gato, que llora caramelos- visitarán al lugar donde un equipo de rodaje graba los sueños de Ryley; el subsconsciente, donde anidan los temores de la niña; y la tierra del olvido, donde Bimbom se sacrificará para salvar a Riley. Al final Tristeza enseñará a Riley a tratar con su añoranza y evitará la fuga.
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