Siempre a la sombra de Monet, Degas o Manet, fue, sin embargo un impresionista clave. Excelente pintor Caillebotte ejerció también como mecenas de muchos de ellos y les abrió las puertas de los museos. Ahora, una gran muestra en el museo Thyssen le hace justicia.
Claude Monet vivía en Argenteil, donde cuidaba un jardín y luchaba por hacerse un sitio como artista: su marchante Paul Durand- Ruel había logrado vender un puñado de sus cuadros.
Ese día, el escritor Octave Mirbeau, aficionado también a la horticultura, le anunció que llegaría con un amigo, con los mismos intereses. Se llamaba Caillebotte. De ese encuentro nacería una relación que sería importantísima para el patrimonio pictórico francés.
Gustave Caillebotte y Claude Monet hablaron de pintura y jardinería aquel día. Más tarde mantuvieron una relación epistolar. Se visitaban a menudo y se enviaban semillas, abonos y fertilizantes. Con el tiempo Caillebotte se convirtió en el mecenas de Monet, y posteriormente, de otros pintores impresionistas: les compraba lienzos a cambio de cantidades con las que podían pagar el alquiler.
Al morir Caillebotte donó al estado francés su colección de arte, con tesoros como "El balcón" de Edouard Manet; "La estrella", de Edgard Degas; "El desayuno", de Claude Monet, "El estanque", de Paul Cezanne, o "El baile en el Moulin de la Gallette", de Pierre- Auguste Renoir
"Gustave Caillebotte era una persona generosa, y esto le perjudicó como artista. Contaba con varios handicaps que, ironicamente, jugaron en su contra. Era rico, por lo que cuando murió su familia no intentó vender sus cuadros ni promocionarle. Pero estuvo en una posición fuerte para negociar con los museos y los marchantes las adquisiciones de los cuadros de sus colegas impresionistas", dice Marina Ferretti, comisaria de la exposición: "Caillebotte, pintor y jardinero", que se puede ver en el Museo Thyssen desde este martes.
Caillebotte fue rechazado por los clasicistas po su cuadro "Los acuchilladores de parqué",que muestra a trabajadores urbanos. Los canones de la época dictaminaban que la clase obrera no debía aparecer en los cuadros más que como campesinos y granjeros, como sucedia en el caso de Millet.
Otro ejemplo de que Caillebotte era un pintor urbano fueron los cuadros de escenas callejeras, que muestra el ajetreo de las calles parisinas tras las transformaciones urbanísticas del Barón Hausmann. Este había recibido del Gobierno la misión de ampliar las avenidas de la capital para que no se pudieran organizar en ellas barricadas, como las de la Comuna de París de 1870.
Luego empezó a pintar los jardines de la villa familiar de Yerres. Caillebotte era también muy aficionado a las competiciones de vela y remo, a las que dedicó espléndidos cuadros. En 1881 su hermano Martial y él vendieron la finca de Yerres y se instalaron en la de Petit Gennevilliers, en la orilla del Sena.
Muri´joven. Todos los expertos en pinturas habían visto las series de nenúfeares del jardín de Giverny de Monet, ero ndie recuerda los cuadros dedicados a las plantas de hortucultura de Cayllebotte hasta 1994, en el centenario de su muerte. Fue descubierto en 1970 por el historiador del arte Kirk Varreroe.
Para visitar:
"Caillebotte, pintor y jardinero"
Museo Thyssen Bornemisza, Madrid.
Del 19 de julio al 30 de octubre.
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