miércoles, 19 de octubre de 2016

Gertrude Bell, la dama de las arenas.

Arqueóloga y arabista, Gertrude Bell fue también una eficaz espía británica y una gran geopolítica. Ella dibujó el mapa de Iark tras la Primera Guerra Mundial que ha marcadodramáticamente la historia de Oriente Medio desde entonces. Cuando se cumplen 90 años de su mistoriosa muerte, te contamos su apasionante historia.

En la madrugada del 12 de julio de 1926, la Reina del Desierto yace muerta en su lecho de su residencia de Bagdab, junto a un frasco vacío de somníferos. No se sabe si se suicidó o no. Gertrude Bell había encargado a su doncella que la despertase a la mañana siguiente. Ha muerto una de las exploradoras, arqueólogas y diplomáticas más importantes de su generación.
Gertrude Belle estaba destinada a convertirse en la perfecta esposa victoriana, cuyo cometido es administrar la casa, supervisar la educación de los hijos y dejar que los hombres moldeasen un mundo para ella, sin ella y a pesar de ella. Por suerte, su padre, un político,  pensó que sería interesante no alejar a su hija de lasconversaciones sobre política internacional y le permitió estudiar en la Universidad una de las escasas carreras que admitían mujeres. Gertrude se doctoró en Historia Moderna en Oxford.
Con 24 años Gertrude tiene su primer contacto con Oriente Medio.  Ha convencido a su padre para recibir autorización para visitar a unos familiares destinados en la embajada británica en Teherán.
A su vuelta a Inglaterra, Gertrude recopila todas sus notas de etnografía y sus fotografías de los beduínos para la publicación de su primer libro PERSIAN PICTURES (1894),  en cuya elaboración ejerce una gran influencia la madrastra de Gertrude, Florence O Cliffe.
Entre 1900 y 1918  Bell aprovecha su paso por distintos destinos de su padre en Oriente Medio para explorar. Escribe libros, establece contactos con los jeques beduínos, hace regalos a sus esposas, traza mapas...Toma 7000 fotos de estos grupos que se conservan en un archivo de la Universidad de Newcastle. Gertrude recorre el desierto llevando consigo a sus criados y sus baules con su vestuario, su bañera portatil y su vajilla de porcelana.
Bell se siente tan a gustó fumando una pipa con los beduínos como compatiendo confidencias con las mujeres de los harenes de sus anfitriones. Y no duda en tumbarse en el suelo con un vestido de faena para ayudar a los peones de las excavaciones arqueológicas en Karkemish, donde además, coincide con un joven compañero de Osford llamado. T. E. Lawrence.
Cuando estalla la Primera Guerra Mundial ambos son reclutados a causa de su conocimento de la psicología y la etnografía de los árabes por el Servicio de Inteligencia Británico de El Cairo, Egipto. El objetivo es acabar con el Imperio Otomano en Oriente Medio. Entre sus misiones secretas para ganarse el apoyo de los líderes tribales Bell obtiene el apodo de Al Khatun, La Dama del Estado.
Ella desea, como Lawrence, un estado dirigido por los árabes con asesores ingleses. Por eso le duele mucho encontrarse con un reparto del nuevo pastel colonial. Habría una provincia gestionada por el Imperio británico con asesores árabes.
Le piden que tracen un mapa de una región en Mesopotamia llamada Iraq y ella lo hace. Las condiciones es que los ingleses deben tener acceso a los recursos energéticos de la región del Tigris y del Eúfrates y proporcionar a la Armada Inglesa un puerto en el Golfo Pérsico. También se debe evitar que los kurdos tengan su propio Estado - a día de hoy siguen sin tenerlo- en beneficio de los intereses árabes. Bell mueve su ficha diplomática para sentar en el trono de Irak al príncipe Feysal, hijo del Jerife de La Meca. Este mueve sus propias fichas e independiza el país de sus asesores y protectores británicos en 1932. Pero es un país inestable donde distintas facciones luchan por el poder. Los monarcas de Irak son derrocados en los años 50. En 1968, un partido de ideología suní toma en control. Se le conoce como el Baas. En 1979 accede al control del país un líder laico llamado Saddam Hussein que asesina en negras fosas comunes a los kurdos y los chiítas. Tras dos guerras a causa del interes de Saddam por armas que podrían desestabilizar la región contra los Estados Unidos, Saddam y sus dos hijos son derrocados y asesinados en 2003.

Bell pasa el periodo de entreguerras dedicada a la documentación y protección del rico patrimonio arqueológicode Irak. También crea la Bilioteca Nacional.
 Murió sola, sin un marido ni hijos a su lado, aunque inició una relación con un hombre casado antes de la Primera Guerra Mundial que terminó mal. Le pidió en reiteradas veces al mayor Charles Doughti- Willie, que abandonase a su esposa para irse con ella. "Es eso o nada. No puedo vivir sin tí". Fue nada para las dos mujeres implicadas en el triángulo amoros, porque Doughti- Willie fue uno de los oficiales caídos en Gallípolli.
Se puede visitar la tumba de Gertrude Bell en el cementerio cristiano de Bagdab, donde fue enterrada con honores. Incluso un asesino dictatorial como Saddam Husseim hablaba con respeto de ella. Es lo bueno de estar muerta y no poder causar problemas, que eres buena hasta que se demuestre lo contrario.

"Nuri Said dice que solo hay una Khatum... que en los proximos años se hablará de la Khatum que pasaba montada a caballo. Y creo que así será".

GERTRUDE BELL, en una carta a su padre.

Trailer de LA REINA DEL DESIERTO, de Werner Herzog. (2015)
https://www.youtube.com/watch?v=gfBsBViVHF4 

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