Las hermanas Patria, Maria Teresa y Minerva Mirabal habían pertenecido a la aristocracia rural de la República Dominicana hasta la llegada al poder del dictador fascista Leónidas Trujillo. Hubo una cuarta hermana, Bélgica Adela "Dedé", que no tuvo participación política en las actividades de oposición al régimen de su familia, y por lo tanto ni fue represaliada ni asesinada por los sicarios del régimen.
Las Mirabal organizaron el Movimiento Revolucionario 14 de Junio hasta que fueron torturadas y violadas por un comando de la muerte gubernamental que debía simular un accidente de automóvil cuando iban a visitar a sus maridos encarcelados por secundarlas en las actividades políticas de izquierdas. El asesinato no pudo producirse de camino a la prisión porque los asesinos no quisieron matar a los niños que acompañaban a las hermanas.
En el camino de regreso, sin presencia infantil, emboscaron el coche, obligaron a las tres hermanas a introducirse a la fuerza en una lechera policial, y a su chofer a conducir hasta una casa apartada donde las golpearon hasta la muerte, las violaron y trataron de despeñar sus cuerpos por una quebrada dentro de un automóvil.
El pueblo dominicano no solo se creyó la versión oficial sino que la presión internacional creció sobre la figura de Leónidas Trujillo, al que acusaban de haber organizado un atentado contra el presidente Bethancourt. Las hermanas Minerva y María Teresa y en menor medida, ya que solo prestaba su domicilio para la actividad panfletaria, Patria Mirabal, empezaron a considerarse mártires por los dominicanos. De hecho, su último domicilio es un museo. En cuanto a Trujillo, tensó la cuerda de la paciencia de los gobiernos de Latinoamérica tanto que consiguió lo que había estado pidiendo a gritos tanto tiempo con su forma tan personal e ilimitada de extender el terror entre los civiles. Fue asesinado en un atentado en 1961.
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