Durante 33 años el ex presidente de la Republica Francesa François Miterrand mantuvo una relación secreta y apasionada con Anna Pingeot, la hija de unos amigos, 27 años menor que él. La publicación de la correspondencia saca a la luz los altibajos y sufrimientos e los amantes. Nos lo cuenta Valérie Trierweiler, la ex pareja de François Hollande, otro presidente infiel.
"Necesito contarte mis pensamientos y mis actos,ir hacia tí en todo momento". El que escribe esto a la hija de unos amigos es François Miterrand, antiguo héroe de la Resistencia y aspirante a la presidencia francesa, casada con una compañera de la época de clandestinidad, y padre de dos hijos. Sus aspiraciones políticas le impiden divorciarse.
Anne Pingeot es una muchacha de 20 años. Mitrrand tiene 47.Le envía un total de 1218 cartas, a lo largo de los años.
El 19 de octubre de 1962, François Miterrand envía su primera carta a lamuchacha. Es una misiva casta, unas palabras que acompañan un volumen de filosofía del que le ha hablado en un encuentro preliminar. Como sus libreros no le han encontrado la edición ansiada, Miterrand envía su propio ejemplar..
En la nueva edición del epistolado de Trierweiler, Anne Pingeot no ha censurado nada, salvo las cartas propias, que ha referido no mostrar.
El 15 de agosto de 1962 se conceden su primer encuentro en la playa de Nossegor. Anne se va convirtiendo en el objeto de todos los pensamientos y atenciones del político. Le escribe dos o tres veces por semana !o día!.
A través de las cartas de Miterrand podemos presentor el contenido de las de Anne. Ella se siente fascinada por ese hombre que cita en sus cartas a Talleyrand, Sartre, Rilke, etc... a la vez que la intimida por los inconvenientes de abandonarse a ese tipo de relación. Es mayor. Es un hombre casado, la fruta prohíbida. Y además ella solo tiene 20 años, quiere disfrutar de las relaciones amistosas con hombres de su edad, de los clubs nocturnos de la Costa Azul.
En 1962 Miterrand y Pingeot vuelan juntos hacia Holanda, y algo cambia. Las cartas se vuelven más íntimas y directas. Miterrand empieza a tutearla. Pero ella se distancia.
Tras ese verano se separan fisicamente pero no espiritualmente. Miterrand le cuenta a Anne las competiciones de golf con el señor Pingeot, que no sospecha nada... También comienza para ella un diario de 500 páginas que Gallimard publicará de forma simultánea a las cartas. Miterrand lo decora con postales, fotos de obras de arte y declara su amor por Anne. Es una forma de compensarla por el tiempo que debe dedicar a su mujer oficial y a sus hijos
En 1965 le anuncia que se presenta como presidente de la República Francesa. Anne trata de romper la relación, le reprocha que no quiera renunciar a su mujer, baila en las noches de Niza con un joven distinto por noche.
Pero no renuncia a acostarse con François Miterrand. Las alusiones a estos encuentros sexuales se vuelven más frecuentes. Hemos hecho el amor ayes y antes de ayer, y lo hemos hecho tan bien que el alma ha atravesado el cuerpo". o bien: "Estoy enamorado de tus pechos sobre los que se redonea tu mano, estoy enamorado de tus caderas curvas y de tu vientre convexo".
En 1970 Anne arueba las oposiciones como conservadora de museo y quiere sentrse libre y acabar con la relación. Sueña con una casa, con un matrimonio pequeñoburgués y con niños. La relación postal sigue con altibajos hasta que los une un nuevo vínculo: el nacimiento de la pequeña Mararine en 1974.
La política va absorbiendo cada vez más a Miterrand. "Me siento tan culpable de no saber hacerta tan feliz como suele serlo Mazarine en su bicicleta roja".
François Miterrand es elegido presidente en 1981. Las cartas son sustituidas por escuetas notas en postales. Tiene que viajar mucho y su esposa legítima, Danielle, le acompaña en el papel de Primera Dama. Miterrand no esconde que tiene una segunda familia. Las cartas- cuando las hay- se interesan por Mazarine, reiteran promesas de amor, pero le ocultan a Anne que está enfermo. La última carta llega en 1995, pocas semanas antes de la muerte del presidente francés. Dice: "Mi felicidad es pensar en tí y amarte". En 1968, François Miterrand le había prometido a Anne: "Te amaré hasta mi último aliento". Cumplió su promesa.
Para leer:
LETTRES A ANNE
(François Miterrand, Ed. Gallimard)
Valérie Trierweiler.
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