Todos creemos saber que Estados Unidos es una democracia consolidada donde todas las ideologías están englobados en los dos principales partidos: el demócrata (el asno) y el republicano (el elefante). Pero ignoramos que ha habido antes del asalto al Capitolio de enero de 2021 otras intentonas de subvertir el poder garantizado por las urnas. Veamos algunos ejemplos.
1783. Los británicos se han rendido hace dos años en Yorktown pero los soldados del Ejército Continental todavía no han recibido lo prometido por el presidente Washington. A saber: una pensión vitalicia por el valor de la mitad de la paga como milicianos. Conspiran contra el Gobierno, pero Washington aplaca los ánimos otorgándoles cinco años de paga completa en lugar de la media pensión prometida, para la que no hay fondo en las arcas del Estado.
En 1806 Aaron Burr trata de conquistar por su propia cuenta territorios de la Corona española,pues Iturbide aún no ha independizado México, y desgajar algunos estados de la Unión para crear su propio país. James Wilkinson, un agente doble de los españoles, avisa de los planes de Burr al Gobierno del presidente Jefferson, que lo resuelve llamándole a la capital. No se pudo demostrar que los planes fueran más allá del papel por lo que no se castigó a Burr.
En 1872, en plena Reconstrucción, tiene lugar otro intento de tomar al asalto el Estado de Arkansas. El senador Brooks pierde las elecciones ante su colega republicano Elisha Baxter. Brooks opina que ha habido maniobras electorales extrañas por lo reune una milicia de 600 partidarios para enfrentarse a los milicianos de Baxter, que son 2.000 hombres armados. El presidente tiene que movilizar tropas federales para interponerse entre las dos milicias y conseguir que los milicianos de ambos bandos entreguen las armas y regresen a casa
1874 es el año en que el gobierno de los Estados Unidos manda tropas federales a Louisiana para desmantelar otro intento de derribar el Gobierno por parte de la Liga Blanca, unos milicianos supremacistas blancos que consideraban malos patriotas a los que concedían más derechos como el de sufragio a la población negra. La Liga Blanca fue aplastada.
En 1933 Butler, un militar de alta graduación es sondeado por un lobby de conspiradores de las altas finanzas para desalojar del poder al presidente Franklin Delano Rooselvelt. Pasa que Butler es antifascista y ha visto con sus ojos los desastres causados por el lobby capitalista y sus maniobras en la Bolsa de Wall Street por lo que los despacha con buenas palabras y denuncia a los conspiradores.
Aquí los historiadores estadonidenses dudan que esta conspiración sucediera más allá del papel. Los financieros necesitaban un espadón militar para hacerse con los resortes pero ningún halcón del Pentágono ha traicionado al presidente o se ha involucrado en política, por lo que es difícil decir que hubiera nadie dispuesto a romper con la tendencia. Entre los conspiradores estaría el abuelo de George W. Bush, presidente republicano.
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