Escena en la sala de terapia grupal
(La sala está llena. Alrededor de treinta personas están sentadas en círculo. El ambiente se siente tenso tras un comentario que ha generado revuelo. Nekane, la educadora social, está de pie en el centro del círculo con una postura firme y calmada.)
J. (cruzado de brazos, con tono desafiante):
Es que no entiendo tanto drama. Las chicas se visten así para llamar la atención, ¿o no? Y ahora resulta que esta tipa quiere arruinarle la vida a alguien como Alves, ¡mi ídolo! Seguro que lo hace por dinero.
(Se escuchan murmullos de protesta. Susana, con el ceño fruncido, levanta la mano para hablar, pero no espera su turno.)
Susana (enojada):
¡No puedo creer lo que estás diciendo! ¿De verdad piensas que la culpa es de ella? ¿Tienes idea de lo que significa pasar por algo así?
Rita (secundando a Susana):
Eso no es solo una falta de respeto, J., ¡es inaceptable! Estás hablando de un caso de agresión.
(Varias personas asienten, murmurando frases como "totalmente" y "esto no puede ser").
Nekane (alzando una mano para calmar el ambiente):
Un momento, por favor. (Mira a J. directamente). J., entiendo que este tema te toca de cerca por tu admiración por Alves, pero tus palabras no son apropiadas. Aquí buscamos un espacio seguro para todos. Quiero que reflexiones sobre lo que has dicho y consideres disculparte con el grupo, especialmente con tus compañeras.
J. (con tono defensivo):
¿Disculparme? Solo estoy diciendo lo que pienso. Además, ¡yo no hice nada malo!
Jose Félix (con voz calmada, interviniendo):
J., déjame decirte algo. Entiendo que admires a Alves, que tal vez te haya dado buenos momentos viendo fútbol, pero idolatrar a alguien y justificar cualquier cosa que haga... no lo ayuda. En realidad, lo perjudica más.
(J. frunce el ceño, pero parece estar escuchando. El grupo guarda silencio.)
Nekane (con tono firme pero comprensivo):
J., todos aquí tienen derecho a expresar sus opiniones, pero también tenemos la responsabilidad de hacerlo con respeto. Cuando hablas así, invalidas experiencias muy dolorosas para muchas personas.
(Susana y Rita asienten. J. suspira, parece reflexionar un momento.)
J. (bajando la voz):
Está bien, tal vez me pasé. No quise ofender a nadie.
Nekane (asintiendo):
Gracias, J. Reconocer eso es un paso importante. Este es un tema difícil para todos. Vamos a trabajar juntos para entendernos mejor.
(La tensión en la sala comienza a disiparse. Nekane se toma un momento para reorientar la sesión hacia un tema menos controvertido, pero con espacio para reflexión grupal.)
Nekane:
Ahora, quiero que todos reflexionemos sobre cómo nuestras palabras pueden impactar a otros, especialmente en temas tan sensibles. Pensemos en cómo podemos construir un espacio de apoyo mutuo. ¿Les parece bien?
(El grupo asiente, y la sesión continúa en un tono más conciliador.)
Esta versión teatralizada resalta las dinámicas de conflicto y mediación, mostrando cómo un espacio terapéutico puede manejarse para promover reflexión y respeto.
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