martes, 24 de junio de 2025

El pasado atormentado de Toy.

 
[Escena: En el salón de la casa de Iria y Alex. Toy, el caniche Toy, ha mordido a Iria en la mano. Ella se ha retirado al baño para curarse, mientras Sugar, el yorkshire, lo observa indignado.]
Sugar: (con tono severo)
¡Toy! ¿Qué te pasa? ¿Por qué hiciste eso? Iria nos cuida, nos alimenta, nos da cariño. ¡Les debemos todo a ella y a Alex!
Toy: (visiblemente alterado, con el rabo entre las patas)
Yo... yo no quise hacerle daño. No es por Iria, es por mí.
Sugar:
Eso no tiene sentido. Iria nunca te ha hecho daño. Ni Alex. ¿Por qué reaccionas así?
Toy: (evitando la mirada de Sugar)
Porque no siempre ha sido así para mí, Sugar. Antes de ellos, mi vida no era como esta. Mi antiguo dueño... (pausa, traga saliva) ...era un chico. Joven, inestable. Me encerraba en un cobertizo. Me gritaba, a veces me golpeaba. Yo... pasé mucho tiempo temiendo que cada día fuera peor que el anterior.
Sugar: (se ablanda, con curiosidad)
¿Un cobertizo? ¿Te maltrataba?
Toy:
Sí. Todo era oscuro, frío. No podía ver nada, ni oler. Cada vez que una mano humana se acercaba, no sabía si venía para acariciarme o para lastimarme. Desde entonces, entre cuatro paredes no me siento seguro. Siento que no puedo escapar. Pero en el parque... (levanta ligeramente la cabeza) ...en el parque es diferente. Ahí puedo verlos venir, puedo olerlos. Puedo anticiparme. Allí respeto a Iria y Alex. Sé que no me harán daño. Pero aquí dentro... (baja de nuevo la cabeza) ...mi instinto me traiciona.
Sugar: (con comprensión)
Toy... no sabía todo eso. Lo siento. Pero tienes que entender algo: Iria y Alex no son como él. Nunca te harían daño. Ellos nos quieren.
Toy:
Lo sé, Sugar. Lo sé cuando estoy calmado. Pero cuando siento que estoy atrapado, cuando alguien se mueve rápido, como Iria justo ahora... algo en mi interior se activa. Y luego me arrepiento.
Sugar: (con firmeza, pero con dulzura)
Entonces tienes que trabajar en eso, Toy. Habla con ellos, de la manera en que podamos. Enséñales qué necesitas. Pero no vuelvas a morder. No lo entenderán si no lo intentas.
Toy: (asiente lentamente)
Tienes razón, Sugar. No quiero lastimar a nadie. Especialmente no a Iria o a Alex. Intentaré hacerlo mejor.
[Corte a Iria y Alex, que escuchan desde la puerta, intrigados por la "conversación" entre los perros.]
Iria: (sonríe suavemente)
Quizás sea hora de llevar a Toy a un especialista en comportamiento. Se merece sentirse seguro, como Sugar.
Alex: (asiente)
Sí. Con paciencia, Toy aprenderá que esta es su casa, no un cobertizo

 

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