Esto que ven la imagen es una momia de mamut, de hace 40000 años. Apareció en la Península de Yamal, en Siberia. Lo encontró un pastor nenet junto al río Yuribei. El pastor tenía miedo de tocar el fosil porque nunca había visto un animal ni remotamente parecido. Había oído a los ancianos hablar de los mamoths, una criaturas que habitaban el inframudo, pastoreadas por los dioses infernales.
Fue a consultarlo con otro pastor, que le convenció de que lo llevara a la ciudad. La momia de mamut (conserva hasta las pestañas) fue robada por un primo y llevada a la civilización para hacerse con su marfil. Por suerte Judy, el pastor, logró, con la ayuda de la policía local, recuperar el cuerpo y hacerlo llegar a buenas manos. Por desgracia, varios perros callejeros ya habían devorado una oreja y el rabo del bebé mamut.
Esta cría se ahogó a los 4 meses de edad. Si hubiera llegado a los 12 años habría alcanzado la madurez sexual y habría sido expulsada del clan de las hembras. Los cazadores del Paleolítico cazaban mamuts machos, solitarios, a principios del otoño. Con eso empezaban a prepararse para la época de escasez invernal. Los mamuts estaban bien alimentados por esas fechas del año.
La primera momia de mamut fue encontrada por Mikhail Adams Ivánovitch en 1806.
Los mamuts desaparecieron de Europa con el final de las glaciaciones, hace entre 14000 y 10000 años., cuando desapareció el 90 por ciento de su hábitat. Pero todavía podía encontrarse mamuts en 1900 a de C, en el noroeste de Siberia.
Un análisis del estómago del bebé mamut confirma que los mamutitos comían las heces de la made para poblar sus intestinos de unas bacterias que les ayudarían durante el resto de sus vidas a hacer la digestión.
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