sábado, 5 de junio de 2010

Vikingos en Groenlandia.


A finales del siglo X, Erik el Rojo mató a otro granjero que no le había devuelto el armazón de una cama, por lo que tuvo que huir a Groenlandia, donde desembarcó en 982. Sus drakkars tocaron tierra en una playa cercana a la actual Qaqortoq y luego regresó a Islandia en busca de colonos para esas nuevas tierras. Las llamaba La Tierra Verde (Gröen Land, en escandinavo), porque pensó que la gente haría caso de su oferta si la presentaba bajo un prisma acogedor.

Unos 4000 colonos acudieron a la llamada. Se dedicaron a criar ovejas y vacas, la misma actividad que llevan a cabo los groenlandeses actuales en los mismos fiordos. Construyeron iglesias y cientos de granjas y comerciaron con pieles de foca y colmillos de morsa a cambio de madera e hierro europeos.

En 1000, el hijo de Erik el Rojo, Leif el Afortunado, siguió con las exploraciones y llegó a las costas de Terranova, que él llamó Vinland. Allí se encontraron con los inuits y los indios mic macs, que mataban su ganado y se sentían ofendidos cuando los colonos escandinavos no les intercambiaban las espadas de hierro por sus pieles. Leif el Afortunado lo había prohíbido expresamente.

Hacia 1300 Groenlandia se convirtió en un lugar más frío y con menor capacidad para producir cosechas. Las vacas y las ovejas empezaron a morir por falta de pastos. Y los inuitts aparecieron en esos fiordos. Algunos especialistas en la cultura vikinga dicen que los colonos groenlandeses desaparecieron porque dependían demasiado de su ganado en lugar de salir a cazar focas, el mayor recuso local. Lo cierto es que estaban muy bien adaptados a ese ambiente, porque en las granjas vikingas se hacía mucho trabajo en equipo. Quizá tuvieron que alejarse más y más en busca de focas, y una ventisca inesperada produjo una tragedia. Se sabe que los inuits son menos vulnerables porque salen a cazar en pequeños grupos, apenas otra cosa que unos pocos solteros o una minúscula célula familiar.

La última noticia que se tiene de estos colonos vikingos es de 1408. Se trató de una boda oficiada por un sacerdote cristiano en Hvalsey, a 15 kilómetros al oeste de Qaqortoq. Thorstein Olaffsson se casó con Sigrid Bjorndottir. Una carta de 1424 hace alusión a la boda pero no nos habla de malas cosechas, epidemias o de un conflicto con los inuits.

Las ruinas de esa iglesia siguen en pie pero los nuevos colonos no llegaron hasta mediados del siglo XVIII. Son fruto de la mezcla étnica entre los daneses y los cazadores inuits. El cristianismo llegó de nuevo a Groenlandia de la mano de los misioneros.

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