lunes, 28 de julio de 2014

"La larga sombra", un libro del historiador británico David Reynolds.

Hoy, hace un siglo, el estudiante y terrrista de la Organización La Mano Negra Gavrilo Princip, decidía matar de dos sendos disparos al heredero del trono de Austria- Hungría y a su esposa. Las alianzas, en teoría, "para no hacerse daño" en caso de conflicto, las ambiciones imperialistas, y una generación que creía que sus líderes eran la hostia y que la guerra era una aventura que ante todo formaba el carácter de las generaciones jóvenes hicieron el resto.
Hemos hablado de David Reynolds de algunos aspectos sobre las conseuencias de esta guerra, el primer conflicto seminal del siglo XX, y de la aspectos de la vida cotidiana durante su transcurso.

Dices que no hay una sola Gran Guerra, que las experiencias de cada país difieren.

Bueno; los dato que yo utilicé en este libro son ante todo desde el punto de vista de los británicos. Y para los ingleses, las historias de este conflicto nos hablan sobre todo de sangre y lodo a lo largo del frente del Somne. Los franceses pueden contar historias casi parecidas, con la diferencia que el frente estaba cerca de sus granjas, con todo lo que ello suponía.

 Hablas, de hecho, de que es la primera vez que se hacen homenajes por los caídos cuando todo ha terminado.

En las guerras del siglo XIX, una baja es un problema que lastra la maniobrabilidad de un ejército. Los entierran en fosas comunes. A partir de la Primera Guerra Mundial los caídos son enterrados en cementerios especiales para ellos. Se hacen esfuerzos especiales para identificarlos. Es una época más democrática, y el soldado, además de soldado. es un ciudadano que ha muerto prestando un servicio a la sociedad.

Dices que Kipling, el escritor estuvo involucrado en ello.

Su hijo úico, Jack, murió en la batalla de Loos, aunque jamás se encontró su cuerpo. Testigos supervivientes de aquel ataque dicen que lo vieron ya muerto, con una bala desfigurándole el rostro. Kipling se sintió tan culpable por no haber retenida a un hijo, que podría haber conseguido una exención médica por problemas de vista, que se involucró en el esfuerzo por identficar y enterrar con honores a los 720.000 muertos de las fuerzas expedicionarias inglesas en Europa continental.

Y dices que la principal lucha por el sufragio femenino se libró en el frente interno de esta guerra.

Sí. 800.000 mujeres sustituyeron a los hombres en las fábricas. También conducían los tranvías en Londres. Los políticos que en 1914 ridiculizaban a las sufragistas reconocieron al final de la guerra que eran tan dignas de las ventajas de la ciudadanía como los hombres.
Las llamaban "las hermanas de Tommy". Tommy era el soldado raso que se la jugaba en el frente y comía las tortas de harina homónimas.

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