miércoles, 30 de julio de 2014

LA CELESTINA, de Gerardo Vera (1996)

https://www.youtube.com/watch?v=EOlFpCEJunw
(trailer y extras. Entrevistas con los actores)

Película para mayores de 18 años, por la cantidad de desnudos y referencias al desmadre sexual. Como fuera del mundo hispanoaméricano, no se conoce esta novela teatralizada de finales del siglo XV, os cuento de qué va, pero no mucho.
Calisto (Juan Diego Botto) es un gentilhombre de una ciudad aragonesa, enamorado de una joven llamada Melibea (Penélope Cruz), casi salida de la adolescencia. Como no tiene los medios necesarios ni la labia para enamorarla por sí mismo, recurre a su cínico paje Sempronio para que contrate los servicios de Celestina (Terele Pávez). Esta es una alcahueta y madame de mancebía, cínica y manupuladora, pero también codiciosa. Sus manejos y su codicia llevarán a la muerte a Parmenio y Sempronio, los criados de Calisto.
La venganza de sus pupilas, Areusa (Maribel Verdú) y la inexperta Elicia (Candela Peña), por perder a su protectora y a una buena parte de sus clientes tras el crimen, provocarán la muerte de los amantes.

La historia rompe con la idea del amor cortés, vigente desde el siglo XII, desde que los trovadores occitanos empezaron a cantar a unos nobles y campesinos desilusionados para los que el amor sentimental era poco más que una químera inalcanzable.
En esta línea, La Celestina es como las anteriores novelas, una advertencia de lo que sucede cuando el amor deja de ser idealizado y se vuelve carne. Camelot queda envuelto en guerras civiles cuando Lancelot yace con la reina Ginebra. ¿Hablamos de lo que les sucedió a Tristán e Isolda? Estas novelas parecen decir: Cásate, ten muchos hijos, pero no te enamores, no sientas pasión.
La pasión de Calisto y Melibea es hedonista, aunque dentro de sus roles como miembros de la élite social. No hablan de matrimonio ni parecen planificar nada mas que un desahogo emocional. En contraste, las relaciones de los pajes Parmenio y Sempronio son carnales y lícitas, porque suceden dentro de una mancebía. En este sentido, están más adaptados socialmente que sus amos.
La codicia de Celestina y su muerte parece anunciar ya lo que serán las novelas picarescas del siglo XVI.

Aunque su autor oficial, Fernando de Rojas, era un bachiller salmantino los castigos penales son más bien de la sociedad aragonesa. Se ha especulado que la acción sucede en 1495, en Zaragoza o Valencia. La criada Claudina es obligada a llevar una coroza durante un día en la puerta de la iglesia, el equivalente español al cepo anglosajón. En Castilla habria sido ejecutada. Las ejecuciones de Sempronio  Calisto son inmediatas, y eso no sería posible con los fueros castellanos.

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