Tras 60 años en paradero desconocido, han aparecido los diarios de Alfred Rosemberg. Se los había llevado en 1946 uno de los fiscales de los Juicios de Nuremberg, Robert Kemper. Han aparecido tras una minciosa búsqueda en la que ha participado el FBI.
Preguntan a Rosemberg si quiere declarar algo. Responde que no. Le ponen la soga, la trampilla se abre, e instancias superiores se encargan del Destino definitivo de Rosemberg. Minuts antes han sido ahorcados el ministro de Exteriores Joachim von Ribbentrop, el mariscal de campo Keitel y Erns Kaltembrunner, jefe de la Policía de Seguridad de los nazis.
Rosemberg nació en Estonia en 1893. Siendo joven se trasladó a Moscú para presetar una tesis de fin de carrera, que ironicamente trataba de cómo construir un horno crematorio. Luego volvió a la Estonia ocupada por los nazis y qudó fascinado por esta ideología.
Participó en el Putsch de Munich de 923, donde se convirtió en un pangermanista y un furibundo antisemita. Pronto sería uno de los colaboradores y aliados más estrechos de Hitler en su ascensión al poder. Los títulos de sus obras nos hablan de sus ás profundas obsesiones. LA INMORALIDAD DEL TALMUD (1920), LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SIÓN Y LA POLÍTICA JUDÍA MUNDIAL (1923) y EL MITO DEL SIGLO XX (1930)
Los diarios personales, escritos con una prosa farragosa, cuentan con más de 400 páginas que narran los acontecimientos entre 1934 y 1944. En esas paginas Rosemberg habla con satisfacción de unas reuniones en Francfort donde representantes de 10 naciones europeas celebraron un congreso antisemita para eliminar la presencia de esa raza de Europa.
Habla con orgullo de las expoliaciones del ERR en París y enumera lo confiscado: "La Biblioteca de la Alianza Unicversal Israelí, el Archivo del Banco Rothschild en 700 cajas, bibliotecas de muchos otros judíos procedentes de París, Bruselas, Amsterdam, etc. Adjunto a mi diario el informe anual. Hay que añadir, además, los tesoros de arte judíos que han llegado recientemente a Neuschwanstein. Se calcula que su valor asciende a un billón. Se los presentaré proximamente al Führer para su redistribución en museos".
En julio de 1941 Rosemberg es nombrado ministro para los territorios ocupados del Este. Hasta 1941, bajo la responsabilidad de Rosemberg, morirán 800.000 personas judías, pero será en enero de 1942, cuando los jerarcas nazis reunidos en la villa de Wansee decidan institucionalizar la Solución Final, bajo la tutela de Heydrich y Eichmann.
En las páginas finales del diario habla de los primeros bombardeos aliados , sobre todo cuando las bombas caen sobre Berlín. "Nuevo ataque fortísimo y nueva devastación Estamos en el Sótano de la Cancillería del Reich. Cuando salimos vemos llamas en el primer piso del Kaiserhof"
Una de sus últimas notas sirve para aclarar porque no se tradujo EL MITO EL SIGLO XX al castellano. Dado que el regimen de Franco era muy clericalista, su tinte atteo habría significado un incidente internacional que Alemania no podía permitirse.
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