Casi al instante, los líderes mundiales, tanto los capitalistas, dominados por los Estados Unidos, como los comunistas dirigidos por la Uión Soviética y China se lanzaron a un combate de trucos sucios, guerras teledirigidas y manipulaciones para conseguir la hegemonia de sus tesis sociales. Y esto duró hasta 1991. Ya en la Conferencia de Postdam, Winston Churchill dijo que desde Stettin, en el Báltico, hasta Trieste, en el Adriático, había caido un muro de acero. Los aliados, que habían luchado coordinadamente contra los nazis en Europa, dejaban de serlo.
Tanto comunistas como capitalistas se centran en atraer a sus órbitas a los europeos con las contratas de reconstrucción de infraestructuras de sus países. Los norteamericanos esbozan el Plan Marshall en respuesta al Comecon soviético. Muchas empresas que habían ganado dinero produciendo productos químicos para los nazis o construyendo sus fortificaciones estratégicas no le dijeron que no al dinero de una u otra agencia. En 1947 al politólogo Bernard Baruch se le ocurre acuñar el término Guerra Fría para definir la nueva situación geopolítica mundial. Ese mismo año los estadounidenses disuelven la OSS y crean la CIA, una agencia de espionaje caracterizada por sus manejos siniestros y su brutalidad.
Durante el bloqueo de Berlín Stalin intentó ganarse a Alemania para si bloque mediante el desabastecoimiento de alimentos, lo que los norteamericanos presentes en el país solventan con un puente aéreo que abastecea los berlineses de carbón y de patatas. Incluso se lanzaron desde los aviones militares caramelos para los niños. En Yugoslavia, el mariscal Tito, no está dispuesto a seguir los dictados de Moscú y se inventa lo de los estados no alineados. Siguiente episodio; en 1961 las autoridades pro soviéticas de Alemania Democrática levantan un Muro para separar Berlín en dos y conservar el poder en su zona de influencia. Pronto la doctrina Truman se queda corta, porque las antiguas colonias se convierten, mediante los inicios el proceso de descolonización, en campos de batalla donde las tropas de uno y otro bando pueden luchar sin miedo a la Destrucción Mutua Garantizada con armas nucleares.
En los años 50 hay una intervención estadounidense en Corea que se traduce en una división del país en dos que dura a día de hoy. Dhwigh Eisenhower y Nikita Kruschev empiezan a hacer discursos para rebajar la tensión, pero en 1959 un golpe de estado en Cuba la convierte en un emporio comunista. En 1962, John F. Kennedy suda tinta para evitar la Tercera Guerra Mundial, el enfrentamiento con armas nucleares, negociando con los soviéticos la no colocación de sus instalaciones en la isla de Fidel Castro.
Muchos antiguos nazis son entrenados por la CIA para una posible invasión de la URSS. Es la edad de oro de los espías. 5824.5 es el nombre en clave de Morris Chilas, considerado el Núnero uno de los espías norteamericanos, que pasó información desde el mismísimo Kremlin. Por su parte la estrella soviética de los servicios de Inteligencia fue el científico austriaco Engelbert Broda, que pasó secretos nucleares desde Londres a los rusos.
Galíndez fue un espía español que actuaba en el edificio de las Naciones Unidas recababa información para los norteamericanos mientras que Durán lo hacía para los soviéticos. Galíndez fue secuestrado por hombres del dictador dominicano Trujillo y trasladado al Caribe donde murió a causa de las torturas. La trama está bien reflejada por el escrito español Vázquez Montalbán en su novela "Galindez" (1990). Durán, que fue amante de Gil Biedma, escritor español homosexual, estuvo en las listas negras del senador McCarthy, pero no se sabe muy bien por qué, fue absuelto
En realidad, hoy los politólogos saben que los sucesivos Planes Qinquenales, que preveían las necesidades de los consunidores del bloque comunista para los próximos cinco años, y la economía programada, lastraron la capacidad de los países comunistas de competir en los mercados. La carrera armamentística se comía muchos valiosos recursos y dejaba huecos en la economía que a la postre resultaron fatales.
En los 80 los norteamericanos pusieron en marcha los Bombarderos Rockwell B-1, los misiles Peacemaker y el escudo de satélites de la llamada Guerra de las Galaxias. Estos satélites tenían la misión de destruir en trayectoria todos los misiles soviéticos apenas fueran lanzados pero lo cierto es que nunca fueron empleados y dejaron un agujero importante en la economía americana.
Los soviéticos paran las revueltas en Hungría (1956) y en Praga (1968). En París los estudiantes con ideas de izquierdas toman la Sorbona pero el escaso apoyo de la población, que quiere tener la fiesta en paz, acaba con las tensiones en el Barrio Latino.
En 1980 los soviéticos empiezan una campaña que durará una década en Afganistán, y lo desestabilizará hasta el día actual. Es una guerra impopular que se salda con un montón de vidas rusas. Los estadounidenses financian la resistencia, dirigida por Masud, el León del Panshir, en las zonas rurales. En 1986, el idilio de Moscú con la energía nuclear se acaba tras el desastre de Chernobyl. Tienen que evacuar la población de Pripyat y alrededores, y luchar contra una nube radioactiva. En 1989 cae el Muro de Berlín. Todo el control de la Stasi sobre los ciudadanos de la RDA se viene abajo, simplemente porque tienen tantos informadores entre la población civil espiandose los unos a los otros, que ya no saben discernir qué información es importante y cuán no. En 1991, un golpe de Estado contra el proceso de apertura económica de Gorbachov sale mal y el imperio soviético se viene abajo.
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