viernes, 1 de septiembre de 2017

TAXI, de Carlos Saura. (1996)

Paz Velasco (Ingrid Rubio) es una chica jovencita que ha suspendido los parciales y decide dejar de estudiar. Su padre (interpreado por el difunto Lluis Homar) le anuncia que si no estudia trabaja, y la pone a cargo del taxi familiar durante el día, a cambio del 20 por ciento de la recaudación.
Lo que no sabe Paz - y poco a poco descubrirá- es que su padre forma parte de un grupo de fascistas que se dedica a limpiar Madrid de negros (mierda), gays y transexuales (pescado) y drogadictos (carne). Lo descubrirá cuando empiece a salir con Dani, el hijo de La Reme (interpretada por Aghata Lys), una taxista cuyo marido ha quedado inválido a manos de unos toxicómanos porque no les dio lo suficientemente aprisa la recaudación. Esto es el detonante de toda la trama, dirigida por el siniestro Calero, un ex policía dedicado al mundo del taxi.

Pegas:

Las tengo con el desenlace. Es imposible que haya dos muertos, y una joven acompañando a su novio herido de bala, y la película se desentienda del desenlace. Cuando ves un thriller tienes que decir:"Bien; todo encaja. Se ha hecho justicia", pero no es el caso de esta cinta.
¿Qué le dirán los policías a Dani cuando les confiese que ha participado en las actividades orquestadas por Calero?¿Qué repercusiones tendrá en la vida de Paz la muerte de su padre a manos de un zumbado paranoico como lo era Calero?¿Qué clase de desenlace es ese que ni siquiera es un desenlace? Las películas de cine negro deberían servir para distraernos, no para que nos hagamos más preguntas.

PARA VER:
Making off de esta cinta:
https://www.youtube.com/watch?v=vMeh6w0AD5I

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