Sesenta mujeres acusan a Bill Cosby, un referente del perfecto padre de familia gracias a una serie de televisión de los 80, de abusar de ellas. Las drogaba con un potente sedante antes de violarlas. Y ellas, impactadas por su popularidad, no lo denunciaban. Ahora ha sido expulsado de la Academia de Hollywood.
"Ni siquiera puedo hablar, señor Cosby". Andrea Constand se había tomado veinte minutos antes las tres pastillas que el actor Bill Cosby le habia ofrecido y se las había metido en la boca. Cosby le había dicho que se trataba de pastillas sedantes para hacer frente al stress. Insistió también en que tomaran juntos una copa de vino. Poco después, la vista de Andrea empezó a nublarse. Sus piernas no la sostenían en pie.
"Voy a dejar que te relajes", decía Cosby mientras la tumbaba en un sofá. A continuación la penetró contra su voluntad. De madrugada, Constand se despertó desnuda. Se vistió a toda prisa. En la cocina se encontró con Cosby, en bata y zapatillas. Él le ofreció una magdalena y actuó como si no hubiera sucadido nada en absoluto entre ellos.
Andrea Constand era una empleada de la Universidad de Temple. Había conocido a Cosby dos meses atrá después de un partido de baloncesto universitario. Cosby se encaprichó de ella y se ofreció a aconsejarla laboralmente. Le presentó a profesores del mismo centro en que él había estudiado interpretación y a algunos amigos del show bussiness. Constand lo consideró su protector hasta que la invitó a su casa de Pennsylvania en enero de 2004.
Constand tardó un año en denunciarlo. De hecho, pasó ese espacio de tiempo hasta que ella recordó con claridad que Cosby a había penetrado en contra de su voluntad. Se lo contó a su madre, que telefoneó a Cosby para pedirle explicaciones. Cosby se ofreció a financiar la terapia de stress postraumático de Andrea tras reconocer los hechos. Al día siguiente los representantes de Cosby viajaron a Toronto, donde vivía Andrea con sus padres, con un suculento cheque. Pero Constand contrató a dos prominentes abogados criminalistas y empezó a preparar su caso. Cosby le explicó al fiscal que el sexo había sido consentido, ya que en ningún momento Constand había dicho que no. "Yo sé leer esas situaciones", dijo delante del magistrado. Lo que no pudo leer, porque no lo sabía nadie en Pennsylvania, es que Andrea Constand era lesbiana y que, de ningún modo habría accedido a mantener relaciones sexuales con un hombre.
En 2005, dado que ni ella misma estaba segura de los detalles del abuso sexual, Constand renunció a denunciar a Cosby. Pero varias mujeres se pusieron en contacto con los defensores de los intereses de Constand alegando que habían pasado por la misma experiencia con el actor de color. Después de conocer a Cosby y establecer una relación de amistad o de mecenazgo, Cosby las invitaba a su casa, les ofrecía unas pastillas de metacualona conocidas como Qualudes y las violaba cuando perdían la capacidad de moverse o de decir que no. Horas más tarde, se despertaban desnudas, a veces con sangre en la vagina, en la cama del actor, que actuaba como si nada hubiera sucedido.
Los abogados de Constand presentaron el testimonio anónimo de 13 mujeres, por lo que el fiscal llamó a declarar a Cosby en 2015. Todos los casos eran de los 70 y los 80 y , a excepción del de Andrea Constand, habían prescrito.
En octubre de 2014, Hannibal Buress, un monologuista relativamente desconocido, decidió acordarse de Cosby, que por entonces acusaba a los jóvenes de la comunidad negra de los problemas del colectivo. "Negros, subíos los pantalones. Yo era una estrella de la tele en los 80. Sí; Bill. Pero tú violas mujeres. Así que vamos a tranquilizarnos un poco".
Pronto declararon el infierno pasado actrices como Barabara Bowman en el Washington Post. "Bill Cosby me violó. ¿Por qué han tenido que pasar 30 años para que la gente me creyera?". Poco a poco hablaron de la sonnofilia de Cosby, una desviación sexual que solo le permite excitarse con mujeres inconscientes, mujeres desconocidas como Joan Tharsis oTherse Serignese, que eran menores en la época de la agresión; actrices como Louise Motiff; conejitas de Playboy como Victoria Valentino; modelos como Beverly Johnson o la esposa del poderoso productor Alan Ladd, Cindra Ladd.
Simultaneamente, Frank Scotti, que trabajó como ayudante de Cosby en los años 80, declaró por televisión que él era el encargado de enviar los cheques de compensación a algunas de esas mujeres adultas y a algunas menores de edad que se acercaron por el camerino de Cosby.
En 2016 el número de mujeres que acusaban a Cosby de abusos sexuales supera las sesenta. "Es el hombre acusado de drogar y violar a más mujeres de la crónica negra de nuestro país", he dicho la abogada Alrred de Cosby. La Fiscalía de Pennsilvanya solicitó de nueva la colaboración de Constand, el único caso no prescirto. A Cosby se le retiró el pasaporte y se le impuso una fianza de un millón de dólares. En 2016 los fiscales determinaron que había suficientes pruebas contra él como para llevarle a juicio. Fue condenado a 10 años de cárcel por violación.
La NBC canceló en 2016 un especial dedicado al actor, una docena de universidades le han retirado los títulos hinoríficos y en su estrella del Paseo de la Fama de Hollywood una mano anónima ha escrito la palabra "violador". Pese a todo, su mujer Camille le defiende.
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