Por si no han seguido mi blog antes de hoy les diré que he borrado algunas entradas antiguas en un ataque delimpieza. He borrado algunas por las que sentía debilidad, así que aquí me hallo, reescribiéndolas.
Ana Julia Quezada ( República Dominicana, 1974) era una psicópata de manual. Probablemente nunca le hubiera hecho daño a nadie de no ser un incidente que acentuó esos rasgos. A los 16 años sufrió una violación a manos de un hombre blanco que jamás fue detenido.
Llega a España en 1995 y se pone a trabajar como prostituta, hasta que uno de sus clientes, un camionero que se enamoró de ella, pagó a los proxenetas una cantidad para liberarla. La pareja se instala en Burgos, junto con una hija de Ana Julia. La segunda hija se cayó de una ventana en extrañas circunstancias. La Policía declaró el caso como un accidente. La hija mayor es ahira una joven de 24 años y vive con su padre.
Separada del camionero se convierte, pese al juicio de los familiares, en la pareja de un hombre enfermo. Ella fingió amor, hablo de casarse con él para hederar sus bienes, una maniobra que los familiares del hombre impidieron, lo cual no le privó de beneficiarse del monto de una políaza de seguros de vida.
La tercera pareja es Sergio que quien se traslada a Las Hortichuelas, un pueblo de 100 habitantes a 51 kilómetros de Almería, en el Parque Natural del Cabo de Gata. Juntos montan un bar llamado Black. Sergio diría de ella: "Siempre trataba de parecer lo que tú querías ver en ella. Si tu eras hippie ella procuraba ser más hippie que tú. Si tú eras heavie, ella era la más heavie".
La relación se acabó cuando vio que no podía obtener ninguna ventaja de la que mantenía con Sergio, así que puso sus ojos en Angel Cruz, el padre del niño de 8 años Gabriel. El niño captó la falsedad y los cálculos de Ana Julia por lo que la dominicana era mal recibida por él.
No se sabe realmente por qué Ana Julia se llevó al niño en su coche a una finca en Rodalquilar y lo estranguló. Probablemente para vincularse más con el padre a través de una crisis de cierta gravedad. O porque Gabriel era lo único que se interponía entre lo que fuera que quisiera conseguir y las lealtades sentimentales de su padre.
Durante las búsquedas del niño colocó en un terreno embarrado por la lluvia una camiseta seca y limpia. Eso levantó las sospechas de la Policía. La camiseta se puso de forma que Ana Julia pensó que las sospechas caerían en el hostelero Sergio, su pareja anterior.
Sometida a estrecha vigilancia, los vigilantes de la Policía vieron a Ana Julia retirar piedras y tablones en la finca de Rodalquilar, sacar el cuerpo de un niño de unos 8 años en calzoncillos y meterlo en el coche. Los policías pudieron escuchar por los micrófonos en el coche de la dominicana cómo increpaba al niño fallecido: "Tú no vas a poder conmigo, pequeño hijo de puta", antes de que le dieran el alto ante un garaje de Vícar situado en un bloque de apartamentos.
Conminada a abrir el maletero dijo que ella no sabía cómo había llegado hasta allí el cuerpo. Un policía le gritó: "Cállate".
En los interrogatorios ella dio una versión poco creíble de las razones del asesinato. Dijo que Gabriel le atacó con un hacha antes de espetarle que Ana Julia nunca sería su madrastra. Ella se puso nerviosa y le quitó el hacha y lo mató con un golpe con el mango en la nuca. De esta versión cabe pregúntarse por qué Ana Julia atribuye una agresivad más propia de un adolescente de 17 años en un niño de 8 años. Y quién es el adulto en esta historia.
Fue condenada a prisión permanente revisable, así que la dominicana ha sido derrotada por un simple niño de 8 años. Patricia y Ángel Cruz están más unidos que nunca tras el asesinato de su hijo Gabriel. Y lo peor para Ana Julia, y para todos los psicópatas cuando son descubiertos, es que nosotros sabemos que lo hizo ella, y ella no duerme por saber que nosotros lo sabemos.
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