Nefertiti y Hitler.

"Jamás renunciaré a la reina". Hitler fue tajante a la hora de retener el busto de Nefertiti en Alemania e incluso deseó construirle una sala de exposición a su medida.

Pero esta historia empieza mucho antes, durante unas excavaciones en Amarna el 6 de diciembre de 1912. El arqueólogo alemán Ludwig Borchardtt trabaja en este yacimiento de Egipto bajo el patronazgo de la Sociedad Orientalista Alemana. Sus fellahs encuentran un busto de mujer joven volcado con el rostro hacia abajo. La simetría de su rostro, así como los presuntos rasgos caucásicos hacen que muchas flappers del periodo de entreguerras la consideren como un modelo estético al que aspirar. Su imagen llega incluso a decorar cajetillas de cigarrillos en Alemania, donde acaba tal pieza.

Egipto reclama a la República de Weimar la devolución de la pieza artística, pero Hitler llega al poder y se apresura a sentenciar. "Lo que está en manos de Alemania se queda en Alemania".

Ignarando la fascinación que el Führer sentía por el busto de la reina de la XVIII Dinastía, Hermann Göring había sugerido al rey Fouad de Egipto que Nefertiti pronto sería devuelta. Los verdaderos planes de Hitler no tardaron en rebelarse a trave´s del embajador alemán en Egipto, Eberhardt Von Stoher que Hitler rehusaba la devolución.

"Conozco el famoso busto. Lo he observado maravillado numerosas veces y me deleita siempre. Es una obra maestra única, un verdadero tesoro. ¿Sabe usted lo que voy a hacer algún día? Voy a levantar un nuevo museo egipcio en Berlín. Dentro de él construiré una cámada coronada por una vóbeda y en el centro estará Nefertiti. Jamás renunciaré a la reina".

En el año 12 del reinado de Akenatón, hace más de 3000 años, los soberanos de Egipto decidieron celebrar una gran recepción. Las tablillas y los papiros diplomáticos investigados por los egiptólogos indicaban que se invitó a los soberanos de todo el mundo antiguo. Tenía bemoles las cosas. Egipto estaba en decadencia, los estados vasallos estaban empezando a rebelarse o a dudar de su Egipto podría protegerles, pero Akhenatón, en lugar de mardar arqueros y carros de combate, presentaba en sociedad como corregente a su esposa Nefertiti Anj-jeperure Smenjkare.

La fiesta fue un derroche, pero eso no hizo que los reyes vecinos y los propios egipcios sintieran más respeto o simpatía por el matrimonio real, así que fueron derrocados o apartados. Jamás sabremos lo que sucedió con Akenatón. Enuna época en que casi nadie sabía leer y los escribas guardaban celosamente sus secretos profesionales la Memoriae Dannatio era un arma propagandñistica efectiva contra los gobernantes caídos en desgracia.

La arqueóloga Joan Fletcher defiende que Nefertiti fue coronada faraona y que ha encontrado su momia en el valle de los Reyes. Al menos eso afirma en su libro, EL ENIGMA DE NEFERTITI.

En cntra de las especulaciones acerca de su nombre ("la bella ha llegado") no es una esposa enviada por una nación extranjera, ya que su nodriza era egipcia y formaba parte de la corte A los 12 años, edad en que los egipcios consideraban a una muchacha adulta, Nefertiti se casó con Akenatón. La esperanza de vida era de 30 años.

Desaparecido el faraón hereje gobierna un tal Smejkare que también desaparece de escena pronto. Joan Fletche opina que Smenjkare es Nefertiti, ya que en los pocos documentos oficiales de la época que han llegado a manos de los epigrafistas, su nombre aparece más que el de su esposo. Manetón, un historiador de la época ptolemaica decía que había varias mujeres que habían alcanzado el poder supremo como faraonas e indicaba la existencia de una de ellas al final del periodo de Amarna. Esto lo dice hacia 280 a de C.

¿Tuvo Nefertiti una muerte violenta? No lo sabemos. Los egipcios despreciaban a los que rompian las tradiciones y actuaban en contra de Maat, la Justicia. Su supuesta momia tiene el brazo derecho, con el que sostenía el báculo, arrancado, y ha sido apuñalado para negar a la mujer la entrada al Más Allá desde este plano de la realidad, el mundo de los vivos.