La leyenda del pirata José Gaspar "Gasparilla".

 Es un hecho. Los Tampa Bay Bucanneers han derrotado en la Superbowl - la final de la Liga de Fútbol Americano (NFL)- a los Kansas City Chiefs. Las pocas personas que estuvieron presentes en las gradas a causa del Covid-19 pudieron ver como una maqueta de un buque de límea del siglo XVIII lanzaba una salva de pólvora para celebrarlo,

Todos los habitantes de Florida cuentan a sus hijos preadolescentes la historia del pirata Gasparilla, que parece sacada de un folletín de aventuras. José Gaspar tenía éxito con las mujeres y se cuenta que a los 12 años secuestró a una niña de su edad para huir con ella. Las autoridades le apresaron antes y le dieron a escoger: una temporada en prisión o ser guardamarina de una de las flotas más potentes de su época, la española.

Como oficial, Gasparilla luchó contra los piratas berberiscos en el Mediterráneo y logró ser nombrado capitán a la temprana edad de 26 años. La leyenda dice que Carlos III lo quería como consejero militar, y que sedujo a una muchacha de la familia real: Maria Luisa. El problema es que terminaría casándose con Rosalito, una muchacha burguesa. María Luísa, despechada, intrigó para hacer caer en desgracia a Gasparilla ante el ministro Godoy- un poco pronto para él,¿no?, si todo sucede después de 1782-. Un grupo de soldados va a casa de Gasparilla y matan a los suegros y violan antes de degollarla a Rosalito. Cuando se entera del espectáculo dantesco, Gasparilla jura odio eterno a los españoles, y se convierte en un pirata que asalta hasta 1821 barcos españoles en el Caribe y se esconde en la isla Captiva, en las costas de Florida.

Es cruel con las mujeres, a las que secuestra y entrega a su tripulación para que hagan las veces de concubinas con ellos hasta que las autoridades españolas pagaban rescate por ellas. Todo muy fantasioso. Refleja lo que eran las intrigas sexuales del siglo XVIII pero no que ciertas cosas se llevaran a unos extremos de muy difícil retorno, menos para una mujer de la familia real. Lo de la venganza de Gasparilla resulta romántico pero lo de la piratería es exagerado, porque con presentar sus servicios a una armada rival, ya tenía el asunto resuelto.