La perdida edad de oro de los hoteles solo para mujeres.

 

A finales del siglo XIX aparece en el panorama laboral estadounidense una nueva especie de profesional: la mujer empresaria, cuya esfera no se reduce solo a la esfera hogareña y tiene que relacionarse de igual a igual con los hombres. Se hospedaban en casas seguras como The Sutton, el Martha Washington o Broad View en 1929. Ese año un grupo de mujeres de negocios fue premiada con un viaje de seis días a las islas Bermudsa y se hospedaron en un hotel exclusivamente femenino llamado Paradise. Estos establecimientos estaban presentes en 47 ciudades de los Estados Unidos.

La primera mitad del siglo XX se caracteriza por el hecho de que las mujeres comparten los mismos espacios que los hombres, aunque asuntos como el sufragio femenino o la libertad sexual no están resueltos. Es por esta razón que muchos hombres ven a las mujeres que trabajan fuera de casa y compiten con ellos por los puestos ejecutivos de bajo rango como una amenaza. Esos hombres desconfían incluso de las mucamas, trabajos desempeñados por mujeres inmigrantes o de color, a las que ven como una amenaza sexual.

Para ello se crean en 1898 los primeros hoteles para mujeres vigilados por mujeres de cierta edad para evitar que las chicas se comporten de una manera inadecuada, perjudicial para el resto de las inquilinas. Las plazas eran adjudicadas mediante carta de recomendación y se exigía ser de "buen carácter" y"autosuficiente". Para las mujeres blancas y de clase media alta que accedían a estas plazas les esperaba un paraíso de libertad y seguridad, lejos de los requerimientos y acercamientos inadecuados por parte de los hombres.

Grace Kelly afirmaba haber bailado en una ocasión en top less como una forma de broma para sus compañeras del Hotel Barbizon.

La edad de oro de los hoteles solo para mujeres profesionales de cuellos blanco se terminó durante la década de 1970 con la revolución sexual, que precomizaba un modelo más igualitario de relaciones entre ambos sexos. Por una vez una mujer bebiendo sola en una barra de bar, o viviendo lejos de sus padres en un campus universitario no representaba una promoción al matrimonio, por lo que el más famoso de estos establecimientos dejó de funcionar como tal en 1981. Hablamos, por supuesto, del Barbizon.