Agosto de 1765. Allahabab. Los criados de las Indias Orientales colocan una especia de mesa de respaldo alto, a manera de trono sobre una mesa de comedor. Como dosel usan una colche de seda. Shah Allam, descendiente del gran emperador Tamerlán y emperador mogol tiene que humillarse ante las tropas mercenarias europeas de un puñado de comerciantes ingleses y sus mercenarios nativos equipados con mosquetes Brown and Bess.
Por primera vez sería una corporación privada la que poía derodillas a un país más grande que su metrópolis y obtenía como tributo los impuestos de la mas ricas de sus provincias, Bengala. La Compañía de las Indias Orientales tenía un ejército privado, ingentes recursos econ´micos y las manos libres para perseguir sus intereses fuera de cuaquier control del Gobierno.
En el libro ANARQUÍA (Desperta Ferro Ediciones) del historiador escocés William Dalrymple, subtitulado LA COMPAÑÍA DE LAS INDIAS ORIENTALES YEL EXPOLIO DE LA INDIA despoja de todo romanticismo a una Compañía que solo perseguía el lucro económico y la felicidad de sus accionistas.
Tras doblar el Cabo de Buena Esperanza la Compañía era la única autoridad europea en Asia con capacidad de reclutar ejércitos de mercenarios, administrar territorios conquistados y impartir justicia. La Compañía se fundó en 1600 con el beneplácito de la reina Isabel I Tudor. La primera idea era desalojar a los mercaderes holandeses de lo que hoy en día es Indonesia, pero estos estaban bien asentados y contaban con una buena flota, por lo que los factores pusieron sus ojos en un territorio mayor y más diverso culturalmente, el subcontinente indio.
La Compañía obtuvo autorización del Gran Mogol para instalar puestos comerciales en la costa y pronto enviaría a Gran Bretaña cargamentos de clavo, textiles, pimienta, índigo y salitre.. Aunque movía un monton de dinero enorme en Londres había una pequea plantilla y un Consejo Central que leía correspondencia y a partir de esta, daba instrucciones políticas. administrativas o comerciales a los encargados de los puestos comerciales.
La Compañía de las Indias Orientales es una corporación más hasta que acontece un debilitamiento del poder de los principes mogoles con la consecuente fragmentación territorial y las luchas internas por el poder. Los europeos se aprovechan. En 1740 los franceses llevan sus hostilidades con Inglaterra a La India donde arman a soldados nativos con armas europeas y los usan como ejército privado. Los ingleses contestan del mismo modo.
Madrás, Bombay y Calcuta están llenas de comerciantes y aventureros europeos. En 1757 Clive gana la batalla de Plassey y expulsa a los mercaderes franceses del subcontinente. Los holandeses y los portugueses se irán por su propia voluntad.
En 1765 Shah Allam firmó el tratado de Allahabab por el que concedía a los británicos los tributos de Bengala, una de sus provincias más ricas. La codicia de los CEOS de la Compañía fue en aumento. Ciando Bengala sufrió una sequía y devino en hambruna los soldados exigieron la misma carga impositiva a los depapeurados campesinos para mantener las cuotas de mercado y conseguir más beneficios.
La hambruna sucedió en 1771. Ese año los balances del Consejo de Calcuta fueron de ganancia. Los políticos, aristócratas y accionistas compradores de bonos de la corporación se llenaron los bolsillos y miraron hacia otro lado.
Los primeros intentos para controlar a ese estado dentro del estado que era la Compañía de las Indias Orientales llegaron tarde por parte del Parlamento. La Compañía mejoró su administración, dejó ciertos negocios polémicos como la venta de esclavos y se puso las pilas con otros menos controlados como el contrabando de opio con China. Y siguieron su política expansiva meiante las presiones, la política de las bayonetas, laas amenazas y el chantaje. En 1803 los cipayos entraban en Delhi.
Una compañía administraba y expoliaba regularmente un país. En 1857 los síndicos y oficiales militares de la Compàñía cometieron un error fatal. Repartieron balas engrasadas con aceite de vaca a sus mercenarios hindúes. Los cipayos debían morder los cartuchos antes de cargar las balas en los rifles, algo a lo que, por razones religiosas, no estaban dispuestos. La Compañía lo subsanó administrando cartuchos engrasadops con grasa de cerdo, lo que puso de mal humos, por las mismas razones religiosas, a los cipayos musulmanes. El resultado fue una rebelión que casi extermina a todos los europeos de la India, dirigida por Nana Sahib.
La reina Victoria expulsó a la Compañíay empezó a ser el Gobierno británico el que administraría los territorios de la Compañía de las Indias Orientales como una colonia.
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