En Herculano los hombres comían más pescado y marisco que las mujeres. Estas basaban su alimantación en verduras, frutas y alimentos de origen animal como la carne y los huevos. Esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de bioarqueólogos tras examinar los restos de 17 adultos ( 11 hombres y 6 mujeres) fallecidos en el terremoto del 79 después de Cristo.
Aquellas personas llevaban una dieta más variada y saludable que los napolitanos de 2020, porque se han podido identificar isótopos de 94 plantas diferentes, entre legumbres y verduras, así como de un centenas de pescados y moluscos diferentes. De la carne que comían no sabemos mucho porque los isótopos de esta se degradan pronto.
Otra conclusión de la investigación es que las clases más desfavorecidas de la ciudad, así como los esclavos, tenían acceso a una gran variedad de productos también a un precio barato, debido a la ubicación privilegiada de la ciudad, sutuada en el golfo de Nápoles y rodeadas por las fértiles laderas del Vesubio.
La basura de los termopolium y las cauponas, los locales de comida rápida de Herculano, también proporcionan abundante información sobre lo que comía un romano a finales del siglo I. Se han encontrado restos de pato, cerdo, cabram oveja, pescado, caracoles de tiera y vino, adulterado con habas trituradas. Se calcula que Herculano era una ciudad con 80 tabernas y termopolium que atendía a una exigente clientela de 20.000 habitantes.
los hombres de la antigua Roma solían madrugar y tomar un almuerzo rápido en los termopoliun y comprar el equivalente a nuestros aperitivos calientes o tapas en las cauponas y cenar en casa en compañía de sus familias.
Los 17 cadáveres del estudio fueron encontrados en la playa, donde sin duda esperaban ser avacuados por la Flota de Miseno, comandada por Plinio el Viejo, navarca militar y naturalista. Fue su sobrino Plinio el Joven el primero que describió lo que los geólogos llaman actualmente una erupción volcánica pliniana.
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