Las Roësset fueron cuatro españolas de dos generaciones de la misma familia. Pintaron, esculpieron, editaron, crearon,,,y se escondieron. Tuvieron un papel clave en la historia de la cultura y de la emancipación femenina. Ahora recobran un protagonismo que jamás debieron perder.
A pesar de la sangre y de la horrible herida causada por la bala en la sien, la chica conservaba su belleza. Al menos ese es el testimonio que dio el Premio Nobel español Juan Ramón Jimenez en la clínica Omnia de Las Rozas (Madrid). "Sangre a borbotones en la boca, la frente vendada de gasa. Una mirada ancha, dilatada". Así describe el poeta su último encuentro con Margarita Gil Roëset, una escultora de talento que se había enamorado de él a pesar de que estaba casado con Zenobia Camprubí.
Marga moría de esta forma tan truculenta a los 24 años. Como escultura, en este país ingrato, podría haber equivalido a la francesa Camille Claudel. "llevaba el alma fuera" diría de ella Juan Ramón Jimenez a causa de la extremada sensibilidad de la muchacha, que lo amaba en silencio. Luego, en sus últimas voluntades, ordenó que se destruyeran sus esculturas.
"Sin las Roësset no se entiende la cultura de la Generación del 27 o la literatura infantil durante la dictadura franquista", explica Nuria Capdevilla Argüelles, catedrática de estudios hispánicos de la Universidad de Exeter y autora de un libro sobre estas creadoras.
María Röeset Mosquera fue pintora; Margarita Gil Roösset fue ilustradora y escultora; Consuelo Gil Roesset fue editora e escritora de literatura infantil y juvenil; y Marisa Roësset Velasco también pintó.
María Roesset firmaba sus cuadros figurativos con seudónimo y formó parte del círculo del pinto Mariano Fortuny y del escritor realista Benito Pérez Galdós. Viajaba por Europa con su marido, el escritor Benito Soriano Murillo. María cosía cuentas al estilo de Gustav Klimt en sus cuadros de estilo bizantino.
"No pintó jamás un cuadro de flores", contó en su momento su hija Eugenia. Lo suyo eran los autoretratos. De hecho uno de sus autoretratos forma parte de la colección del Museo del Prado.
Cuando enviudó tuvo una fase de gran productividad que duró hasta que se enamoró de un militar destinado a la Guerra de Marruecos. El escándalo fue mayúsculo. Murió en Manila de tuberculosis en 1921.
El suicidio de Marga Gil Riesset afecto muchísimo a su hermana Consuelo, a la que se sentía muy ligada. Consuelo escribía obran infantiles y Marga las ilustraba enla infancia.
Consuelo fue a la Universidad en una época en la que era muy raro ver a una muchacha allí. Fue catedrática de inglés, traductora y editora. Creó publicaciones infantiles como CHICOS y MIS CHICAS, considerada la primera revista española femenina, tuvo un papel importante en el desarrollo del comic español y fue mecenas de talentos como Gloria Fuerte y Borita Casas, creadora de Antoñita la Fantástica.
La prima de Marga y Consuelo, Marisa Roësset Velasco se quedó en un segundo plano por motivos personales, a diferencia de su tía, que murió joven, de Marga que se suicidó y de Consuelo, que no quiso llamar la atención. Era lesbiana. Vivía con la soprano Lola Rodríguez Aragón. "En los círculos de cultura gay eran conocidas como Marisa y Polola. Se decanta por la pintura sacra y los retablos, que regalaba a menudo. Era una mujer comprometida con lo moderno pero jamás rompió con los valores católicos", esplica Nuria Capdevilla.
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