sábado, 22 de abril de 2023

Coco, un perrito alcohólico.


 Una vez leí en el periódico que, durante las festividades de Nochevieja, algunos amos de perritos permitían a sus mascotas beber cava o comer huesos de cordero o cabezas de langostino, con las sorprendentes ( o no tanto, se me entiende) carreras a toda prisa al veterinario el día de Año Nuevo para tratar perforaciones en el estómago o obstrucciones intestinales.

El difunto amo de los labradores Coco y Georgie dejaba en el jardín de la casa donde habitaban botellas medio lenas de alcohol y latas de cerveza a medio a acabar que los perritos se terminaban por el aporte dulce de glucosa fermentada. Cuando el amo murió una protectora de animales se hizo cargo de los dos canes.

Cuál sería la sorpresa de los cuidadores del refugio de Devon ( Inglaterra) cuando Georgie y Coco sufrieron de delimium tremens y los síntomas del síndrome de abstinencia, que nunca se habían estudiado en canes. Georgie murió pero Coco fue sedado durante un mes hasta que los ataques remitieron. "Aún no está listo para una familia de acogida porque todavía tiene ataques de ansiedad aunque ya no toma medicación alguna. Ya empieza a comportarse como lo que se supone que es, un perrito labrador de dos años", dice uno de los veterinarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aparece un tesoro britano cerca de Stamwick (Gran Bretaña).

  Unos arqueólogos británicos han desenterrado en un campo de cultivo de Mansolby, en el norte de Inglaterra, un tesoro perteneciente a la t...