ENTREVISTA DRAMATIZADA – ESTUDIO DE RADIO “VOCES DEL UMBRAL”
Personajes:
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Julián Herrera, periodista y conductor del programa.
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Dr. Esteban Lira, tanatólogo imaginario especializado en acompañamiento al final de la vida.
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“Elena”, invitada que relata una ECM negativa (su identidad se reserva).
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Sonido: ambiente de estudio, música suave de fondo.
[Sintonía de apertura]
Julián:
Buenas noches, oyentes. Hoy en Voces del Umbral hablaremos de un tema tan fascinante como inquietante: las experiencias cercanas a la muerte, pero no las que solemos escuchar llenas de luz y paz, sino su reverso oscuro: las ECM negativas.
Para ello nos acompaña el Dr. Esteban Lira, tanatólogo y acompañante en procesos de final de vida. Doctor, gracias por estar aquí.
Dr. Lira:
Gracias a ti, Julián. Hablar de la muerte suele parecer sombrío, pero comprenderla es una forma de comprender la vida.
Julián:
Doctor, hoy tenemos también a Elena, que aceptó compartir un testimonio difícil. Gracias por tu valentía. ¿Podrías contarnos qué viviste?
Elena:
(Respira hondo)
Claro… Hace dos años sufrí un paro cardiorrespiratorio. Recuerdo que primero hubo silencio, como si el mundo se apagara. Luego… una sensación de caer. Caer muy rápido en un vacío oscuro.
No había luz, no había voces… solo una especie de desesperación, como si estuviera atrapada en un sitio donde nada tenía sentido. Intenté gritar, pero no podía. Fue… aterrador.
Y justo antes de sentir que ya no podía más, volví. Abrí los ojos en el hospital… y no podía hablar de ello. Me daba miedo incluso pensarlo.
🎙️ EXPLICACIÓN DEL TANATÓLOGO
Julián:
Doctor, muchos oyentes estarán sorprendidos. Generalmente se habla de experiencias luminosas, reconfortantes… ¿por qué alguien viviría algo tan distinto?
Dr. Lira:
Es una muy buena pregunta. La ciencia todavía no tiene respuestas definitivas, pero existen varias teorías que tratan de explicar las ECM negativas:
1️⃣ Teoría neurofisiológica
Cuando el cerebro entra en estrés extremo, como falta de oxígeno o desregulación química, puede generar sensaciones de:
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caída,
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vacío,
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presencia amenazante,
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falta de control.
Son reacciones fisiológicas intensas, interpretadas después en clave emocional o simbólica.
2️⃣ Teoría psicológica
Las ECM negativas pueden desencadenarse por:
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alto miedo a la muerte,
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experiencias traumáticas previas,
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gran ansiedad acumulada.
El contenido de la experiencia a veces refleja el estado interno de la persona en ese momento.
3️⃣ Teoría cultural o interpretativa
No todo lo que llamamos “oscuro” es universalmente negativo.
En algunas culturas, el túnel o la oscuridad es parte natural del tránsito, pero en contextos occidentales suele asociarse a peligro.
🎙️ ¿EN QUÉ CIRCUNSTANCIAS SUCEDEN?
Julián:
Entonces, ¿cuándo es más probable que ocurra una ECM negativa?
Dr. Lira:
Las investigaciones sugieren que pueden aparecer en:
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Paros cardíacos (como el de Elena).
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Accidentes graves con pérdida temporal de conciencia.
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Situaciones de anestesia profunda donde la percepción se altera.
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Fiebres intensas, especialmente en niños, que pueden inducir sensaciones terroríficas.
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Accesos de hipoxia (falta de oxígeno).
Pero es importante aclarar:
👉 una ECM negativa no significa que la persona hizo algo “mal” ni tiene que ver con castigos, eso pertenece a interpretaciones culturales o religiosas, no a evidencias.
🎙️ ¿A QUIÉN LE PUEDE PASAR?
Julián:
¿Hay perfiles más propensos a vivir este tipo de experiencias?
Dr. Lira:
Cualquier persona puede tener una ECM negativa, pero se ha observado que pueden ser más frecuentes en:
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Personas con altos niveles de ansiedad.
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Personas con trastorno de estrés postraumático o traumas previos.
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Personas que atraviesan momentos de gran conflicto emocional.
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Personas con miedo intenso a la muerte.
Pero —insisto— no es determinante. Hay gente tranquila que tiene ECM negativas y personas muy ansiosas que tienen ECM positivas.
🎙️ CIERRE
Julián:
Elena, gracias por compartir algo tan íntimo. Doctor Lira, gracias por ayudarnos a entender que incluso las experiencias más oscuras pueden tener explicación y, sobre todo, que se pueden integrar para seguir adelante.
Dr. Lira:
Así es. Hablarlo, nombrarlo, acompañarse… es parte de la sanación.
Julián:
Amigos oyentes, nos despedimos por hoy. Recuerden: comprender la muerte no es morboso, es humano. Hasta la próxima emisión de Voces del Umbral.
[Cierre musical]
🎙️ ENTREVISTA DRAMATIZADA CON LLAMADA DE OYENTE
La música ambiental baja suavemente y la luz roja del estudio se enciende, señalando que el micrófono del programa Voces del Umbral está de nuevo en directo.
Julián Herrera carraspea, adopta su tono cálido habitual y dice:
—Seguimos conversando con el tanatólogo Dr. Esteban Lira, y con nuestra invitada Elena, que ha compartido un testimonio difícil pero valioso. Antes de continuar, me avisan desde cabina que tenemos una llamada en línea. Una oyente que desea contar su experiencia cercana a la muerte… según nos adelantaron, una bastante intensa. ¿Nos escuchas?
La línea chisporrotea un instante, y una voz femenina, algo temblorosa pero decidida, entra al aire.
—Sí… perdón… soy María —dice—. No estoy muy acostumbrada a hablar en radio, pero cuando escuché a Elena sentí… no sé… la necesidad de decir algo. Porque yo también pasé por algo así. Pero lo mío fue… —hace una pausa larga, respira— fue distinto. Fue como… como si hubiese caído en un sitio equivocado.
Julián interviene con suavidad.
—Gracias por llamarnos, María. Tómate tu tiempo. ¿Qué fue lo que viviste?
La oyente duda apenas un segundo antes de continuar.
—Fue hace diez años, durante una cirugía de urgencia. Recuerdo que, de pronto, escuché que las voces de los médicos se alejaban… como si me arrastraran hacia atrás. Y luego… apareció un lugar que no sabría describir con claridad. No era un infierno como en las películas, no había fuego ni monstruos, pero la sensación… Dios… la sensación era como si todo lo que me rodeara estuviera hecho de angustia. Era un sitio donde nadie me veía, donde parecía que nada tenía esperanza… como si estuviera atrapada en un sentimiento que no acababa nunca.
En el estudio, nadie respira. Elena baja la mirada; el doctor Lira la escucha con una mezcla de atención clínica y compasión.
María continúa:
—Lo peor era que sentía que no iba a salir. Que ese era mi nuevo “lugar”. Que… me habían olvidado. Y entonces, de repente, escuché algo. No sé si fue una voz o una sensación de que alguien me llamaba desde arriba, como si recordara quién era. Fue un tirón, una fuerza que me arrancó de allí. Cuando abrí los ojos estaba en la sala de recuperación.
Su voz se quiebra apenas.
—Nunca se lo conté a nadie. Pensé que me tomarían por loca. Pero no fue un sueño. Yo sé que no lo fue.
Julián respira hondo antes de contestar.
—María, gracias. Gracias por confiar en nosotros, de verdad. Lo que has contado es impactante, y sé que no es fácil compartirlo. Doctor… ¿qué puede decir ante una experiencia así?
El tanatólogo se aclara la garganta.
—Lo primero —dice con calma— es que María no está sola. Este tipo de experiencias, que ella describe como “infernal” más por la intensidad emocional que por elementos visuales o simbólicos, también se han documentado. Suelen caracterizarse por un entorno de desorientación profunda, sensación de aislamiento o carga emocional abrumadora. No son “infiernos” en sentido literal, sino estados de consciencia alterados, a veces influenciados por el miedo extremo, la falta de oxígeno o el trauma físico.
Hace una pausa, permitiendo que sus palabras se asienten.
—Lo que María sintió —esa angustia profunda, ese “lugar sin salida”— forma parte de lo que algunas investigaciones llaman ECM de tipo disforico o aversivo. No significa que haya visitado un sitio real ni que esté marcado por algo negativo. Significa que su cerebro, sometido a un estrés brutal, generó una experiencia emocionalmente intensa que luego su mente interpretó en esos términos. Y, como le ocurrió a Elena, es una vivencia que puede integrarse y entenderse, si se habla de ella.
La oyente, más tranquila ahora, agrega:
—Gracias, doctor. De verdad… llevaba años sin poder decirlo sin sentir vergüenza.
Elena levanta la mirada hacia el micrófono y murmura:
—No estás sola, María. Lo que viviste… lo que vivimos… también merece ser escuchado.
Julián cierra con un tono profundo y conciliador.
—María, gracias por acompañarnos esta noche y por abrir tu corazón. Historias como la tuya nos recuerdan que no siempre hay luz al final del túnel, pero también que volver de esos lugares —sean lo que sean— es una forma de renacer.
La música de fondo comienza a subir lentamente.
—Volvemos después de una breve pausa —dice Julián—. En Voces del Umbral, seguimos explorando lo que ocurre cuando la línea entre la vida y la muerte se vuelve borrosa.
DEBATE EN DIRECTO – “VOCES DEL UMBRAL”
Tras la pausa musical, los micrófonos vuelven a activarse.
Julián Herrera:
Estamos de vuelta en Voces del Umbral. Después de los testimonios que escuchamos, quisimos abrir un espacio para explorar algo que suele surgir en estos temas: ¿cómo dialogan las interpretaciones científicas con las espirituales y las religiosas?
Para eso, nos acompaña en el estudio el padre Ignacio Villaseñor, sacerdote católico con formación en filosofía. Padre Ignacio, bienvenido.
Padre Ignacio (voz serena, clara):
Muchas gracias, Julián. Un gusto estar aquí y aportar desde mi tradición, siempre con respeto por lo que la ciencia investiga.
Julián:
Y por supuesto sigue con nosotros el Dr. Esteban Lira. Doctor, padre… gracias por aceptar este diálogo.
Para empezar: hemos escuchado experiencias cercanas a la muerte que fueron negativas. La ciencia las explica desde el cerebro, pero muchas personas buscan un sentido espiritual. ¿Qué opina usted, padre Ignacio?
🜂 La perspectiva del sacerdote católico
Padre Ignacio:
Desde la teología católica, una ECM —positiva o negativa— no se interpreta automáticamente como una experiencia del “más allá”. La Iglesia es muy cauta. Se reconoce que la mente humana, especialmente en estados límite, puede producir vivencias intensas, simbólicas o incluso perturbadoras.
Ahora bien, cuando hablamos de “escatología negativa” católica, es decir, de lo que puede ocurrir tras la muerte si la persona rechaza el bien o se aleja del amor, no se describe como un “lugar” físico lleno de castigos, sino como un estado definitivo de separación de Dios, que para la tradición se entiende como una pérdida radical del sentido y la plenitud. No es un espectáculo visual, sino una condición espiritual.
🜁 La respuesta del tanatólogo
Dr. Lira:
Justamente ahí hay un punto interesante. Las ECM negativas que veo en los pacientes no suelen tener elementos doctrinales, ni figuras, ni castigos, ni escenarios moralizados. Lo que aparece es angustia, desorientación, aislamiento, sensaciones que el cerebro puede generar en situaciones extremas.
Cuando hablamos de la llamada “escatología negativa espiritualista”, no me refiero a una religión concreta, sino a ciertas corrientes que interpretan esas vivencias como si la persona estuviera visitando regiones inferiores, densas, sitios “erróneos”. Yo, francamente, observo que esas interpretaciones surgen más del marco cultural o simbólico de quien las narra que de la experiencia misma.
✦ Julián abre el debate
Julián:
Entonces, ¿podemos decir que una ECM negativa se parece a lo que algunas corrientes espiritualistas describen como “bajo astral”? ¿O que se parece a lo que la teología llama “estado de condenación”?
Padre, doctor… ¿qué opinan?
🜂 El sacerdote: distinción entre experiencia y doctrina
Padre Ignacio:
Es importante distinguir.
En la teología católica, lo que llamamos estado de alejamiento de Dios no se experimenta parcial ni temporalmente. Es algo que la tradición sitúa después de la muerte definitiva, no en un episodio donde la persona vuelve a la vida.
Por eso, desde nuestra perspectiva, una ECM negativa no es un anticipo del infierno, ni una muestra de condenación. Son vivencias humanas, poderosas sí, pero humanas.
Y además, la Iglesia evita describir “regiones” o “planos inferiores”. Esas son categorías más propias de corrientes espiritualistas que hablan de niveles vibratorios, densidades o sitios intermedios. La visión católica es más existencial: unión o separación, plenitud o vacío, pero no geografía espiritual.
🜁 El tanatólogo: función simbólica y emocional
Dr. Lira:
Coincido en algo importante: ninguna ECM, positiva o negativa, es un “viaje de turismo metafísico”.
Ahora bien, lo que sí veo es que, en el marco espiritualista, se tiende a interpretar el sufrimiento emocional como si fuera un lugar al que uno “cae”: un plano denso, un túnel equivocado, una zona baja.
Es una metáfora potente, pero sigue siendo una metáfora.
En ciencia no podemos hablar de “lugares espirituales”, pero sí podemos decir que el cerebro, bajo estrés extremo, construye narrativas simbólicas. Y esas narrativas a veces parecen alinearse con tradiciones espirituales… porque todas están tratando de darle sentido al mismo fenómeno humano: el miedo, la pérdida, la finitud.
⚖️ Punto de encuentro y disenso
Julián:
Interesante. Entonces, ¿hay algún punto donde estas dos visiones se encuentren?
Padre Ignacio:
Sí: en que la experiencia humana del sufrimiento es real y merece ser acompañada.
Y en que ni la teología católica ni la ciencia moderna deberían usar el miedo como herramienta interpretativa. El sufrimiento no es un castigo divino ni un “error vibratorio”.
Dr. Lira:
Suscribo completamente.
El sufrimiento intenso que aparece en una ECM negativa suele reflejar el estado de vulnerabilidad del organismo y de la psique, no un juicio sobre la persona.
Julián:
¿Y el punto donde discrepan?
Padre Ignacio:
Probablemente en que yo entiendo la existencia humana como orientada hacia un sentido último trascendente. Las ECM no son prueba ni refutación de ello, simplemente no se confunden con ese destino final.
Dr. Lira:
Y yo trabajo dentro de un marco donde solo puedo describir procesos fisiológicos y psicológicos. El sentido trascendente queda en manos de cada individuo.
🎙️ Cierre del segmento
Julián:
Padre Ignacio, doctor Lira, gracias por este diálogo sereno. Hemos visto cómo una tradición religiosa y una disciplina científica pueden conversar sin reducir la complejidad del fenómeno humano.
Volvemos tras una breve pausa para escuchar mensajes de los oyentes. Esto es Voces del Umbral.
La música de transición sube lentamente, envolviendo el estudio.
🎙️ SEGMENTO: “CÓMO ACOMPAÑAR LO INEXPLICABLE”
Regresamos al estudio. La música se desvanece. Elena sigue sentada junto al micrófono, visiblemente conmovida tras el debate.
Julián Herrera, con voz amable:
Hemos hablado de teorías, de interpretaciones espirituales, de posibilidades científicas… pero aquí, en el estudio, hay una persona que vivió todo esto en su propia piel.
Elena, sigues con nosotros. ¿Cómo te estás sintiendo?
Elena:
Un poco removida… pero también aliviada. Escuchar a María al teléfono me hizo ver que no estoy sola. Aun así, sigo sin saber qué hacer con esto. ¿Cómo… cómo se supone que se vive después de algo así? ¿Cómo se acompaña a alguien si le pasa?
Julián:
Justamente por eso hemos pedido al Dr. Lira y al padre Ignacio que compartan algunas orientaciones humanas, no dogmáticas ni clínicas, sino vivenciales. Doctor, si quiere empezar…
🜁 El tanatólogo habla: “Nombrar lo innombrable”
Dr. Esteban Lira inclina ligeramente la cabeza hacia Elena, como quien busca un contacto más directo:
—Elena, lo primero que quisiera decirte es que lo que viviste fue real para ti. Eso basta para que merezca espacio, respeto y voz. Acompañar a alguien que ha tenido una experiencia cercana a la muerte negativa no consiste en interpretarla, ni explicarla, ni corregirla.
Consiste en escucharla sin prisas, sin miedo, sin intentar “arreglarla”.
Hace una pausa cálida.
—La mayoría de las personas que sufren este tipo de experiencias no temen lo que vieron… temen sentirse incomprendidas.
Por eso, lo más importante es permitir que quien la vivió pueda decir: “Esto me pasó y no estoy loco. No estoy solo.”
Sus palabras son suaves, lentas:
—Muchas veces también ayuda trabajar la experiencia como un relato personal. No para buscar significado oculto, sino para que deje de ser un nudo y se convierta en parte de tu historia. Cuando se integra —no cuando se interpreta a la fuerza— la experiencia pierde ese filo que corta. Y se vuelve, a veces, un punto de inflexión hacia una vida con más conciencia, más calma, más presencia.
🜂 El sacerdote habla: “Acompañar con presencia, no con respuestas”
El padre Ignacio respira hondo antes de hablar, como si quisiera honrar el peso de lo escuchado.
—Elena, desde mi tradición, cuando alguien vive algo tan intenso y oscuro, lo primero no es ofrecer explicaciones espirituales, sino presencia humana.
A veces creemos que acompañar es decir: “Esto significa esto otro”, o “Dios quiso tal cosa”. Y la verdad es que casi siempre acompañar es callar y estar.
Se inclina hacia el micrófono con una ternura inesperada:
—La oscuridad, incluso la simbólica, se vuelve menos amenazante cuando se comparte. En la fe que yo profeso, el sentido no se impone: se descubre despacio, a través del apoyo, la escucha, el cariño y la compasión.
Si alguna vez acompañas a alguien que vivió algo parecido, no intentes llevarlo a una interpretación religiosa inmediata. Primero, míralo como persona. Como alguien que atravesó un umbral y regresó con heridas que no se ven.
Luego añade, con humildad:
—Y si la persona busca una lectura espiritual, entonces sí se puede hablar —no de castigos ni de condenas— sino de esperanza, de la posibilidad de transformar el miedo en crecimiento interior. La tradición cristiana insiste mucho en esto: ninguna experiencia humana, por oscura que parezca, está fuera del alcance de la luz, del sentido, o del acompañamiento.
✦ Elena responde
Elena traga saliva y sonríe tímidamente.
—Nunca lo había visto así. Siempre pensé que tenía que “superarlo” o “entenderlo”, como si hubiera una respuesta correcta. O como si tuviera que justificar que me dio miedo.
Pero escuchándolos… siento que quizá es suficiente con aceptar que fue algo que me marcó. Y que puedo hablar de ello sin vergüenza.
⚖️ El encuentro final: puntos en común
Julián, emocionado:
Doctor, padre… ¿podrían resumir, para nuestros oyentes, qué es lo esencial al acompañar a alguien con una ECM negativa?
Dr. Lira:
Sí: escuchar sin juzgar, validar sin interpretar, caminar al ritmo de quien vivió la experiencia.
Padre Ignacio:
Y yo añadiría: hacerlo con compasión, sin miedo a los silencios, sin querer dar respuestas rápidas, y siempre recordando que incluso lo oscuro puede encontrar un camino hacia la paz.
🎙️ Cierre
Julián:
Elena, gracias por tu valentía.
Doctor Lira, padre Ignacio, gracias por transformar un tema tan delicado en un espacio de humanidad.
La música final comienza a sonar, suave como un suspiro.
—Volvemos la próxima semana con otro capítulo de Voces del Umbral, donde seguimos explorando lo que significa ser humanos en la frontera del misterio.
La llamada se corta con un clic suave y la sintonía envuelve el estudio.
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