Nadie sabe por qué el escritor y poeta español se decantó por esta sonnolienta ciudad de Castilla y León. Baeza y Mahón eran las otras posibilidades que se le ofrecían cuando aprobó las oposiciones para la plaza de profesor de francés el de abril de 1907. Hacía 24 años que se había mudado con su familia a Madrid. En un plato de la balanza debió poner todos sus recuerdos de una niñez en Andalucía.. En el otro, más de 20 años en tierras castellanas. Soria está a 250 kilómetros de Madrid. Baeza, a más de 300.
Machado salió de la estación de Atocha a las 8 de la tarde del 30 de abril y llegó a su destino a las 6 de la mañana del día siguiente, después de haber hecho transbordo de madrugada en Torralba del Moral, cerca de Medinaceli.
Soria contaba en aquella época con 7000 habitantes. Era una ciudad de campesinos y ganaderos. Las únicas distracciones eran tres periódicos bisemanales, tres casinos y tres cafes en los que no se hablaba mas que de la crónica negra y de incendios provocados.
Por allí cerca el arqueólogo Adolf Schulten estaba excavando los restos de la legendaria Numancia, una ciudad celtíbera que dejó en ridículo a las legiones romanas cerca de 20 años. "Muerta ciudad de señores,/ soldados y cazadores; / de portales con escudo / de cien linajes hidalgos, / y de famélicos galgos / que pululan por las sórdidas callejas, / y a la medianoche ululan, / cuando graznan las cornejas."
Antes que como poeta y miembro de la Generación del 98, Machado se reveló como un brillante profesor de francés, adicto a los métodos y postulados de la Escuela de Libre Enseñanza. Dicen - y se ha probado - que jamás tuvo razones para suspender a nadie.
Tras el cierre de la primera pensión en que se hospedó, acudió a la de Ceferino Izquierdo e Isabel Cuevas. Los Izquierdos eran padres de Leonor, una muchacha de 13 años de la que el poeta quedó prendado. Al principio se limitaba a seguirla de lejos, cuand Leonor paseaba con sus tíos y primos por la ribera del Duero, entre San Polo y San Saturio. Luego se animó a declararse, pero a su manera. Dejó al alcance de la muchacha un poemita: "Y la niña que yo quiero / !ay! preferiría casarse / con un mocito barbero". Los padres consintieron en la boda entre Leonor y Machado, a condición que no se celebrase hasta julio de 1909, cuando ella ya hubiera cumplido los 15.
La boda se celebró en la igesia de Santa María la Mayor el 30 de julio de 1909. Acudieron personas desocupadas, alimentadas por una "insana curiosidad", y tras ellas, "unos jóvenes ineducados faltaron el respeto debido a todo el mundo", según Tierra Soriana.
Machado pidió en 1910 una beca a la Junta de Ampliación de Estudios. Ya ha comenzado a redactar las galeradas de CAMPOS DE CASTILLA. De una excursión a las fuentes del Duero, saldría el germen de la idea de LA TIERRA DE ALVARGONZALEZ. En este poema truculento un terrateniente se jacta de lo prosperas y ricas que son sus tierras. Los hijos, deseosos de cobrar su herencia, lo asesinan y entierran en su propiedad. A partir de entonces los otrora ricos campos de cultivo, empiezan a enyermecerse llevando a la ruina económica y la destrucción a los hijos homicidas. Como si el padre asesinado las hubiera maldecido.
En París Leonor empezó a vomitar sangre el 14 de julio de 1911, y los médicos diagnostican tuberculosis: "Una noche de verano / - estaba abierto el balcón / y la puerta de mi casa- / la muerte en mi casa entró. / Se fue acercando a su lecho/ - ni siquiera me miró- / con unos dedos muy finos, / algo muy tenue rompió".
De regreso en España, la salud de Leonor pareció mejorar, pero el duro y bronco invierno castellano volvió a postrarla. La pareja se trasladó desde la casa de los suegros de Antonio Machado a otra en las cercanías de la ermita del Mirón, un lugar mas alejado del Duero y sus eflúvios húmedos, más alto.
En abril de 1912 se publica CAMPOS DE CASTILLA, con buena acogida de crítica y público. El poema A UN OLMO SECO sugiere que pudo haber una efímera mejoría en el estado de salud de Leonor. Al olmo del poema, seco por los años, le rebrota en primavera una rama verde. Pero el 1 de agosto de 1911 Leonor muere y es enterrada en el cementerio del Espino.
Antonio Machado patió en tren de Soria una semana después, el 8 de agosto. Curiosamente, había aceptado la vacante de profesor de francés de Baeza.
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