Ni ninfómana, ni envenenadora ni incestuisa. Lucrecia Borgia fue nada más que una noble instruida y muy atractiva que fue utilizada por su padre y su hermano. Los historiadores niegan la fama de perversidad que acompaña su nombre y lo reaforma el Premio Nobel de Literatura Darío Fo, que le dedica su primera novela.
15 de julio de 1500. Unas sombras acechan en el Pórtico de la Basílica de San Pedro de Roma. Alfonso de Aragón apresura el paso. Las noches no son seguras y él mismo se ha creado enemigos. Cuando los sicarios del Papa lo atacan se revuelve con maestría, pero todo es en vano. Los matasietes le dejan un palmo de acero en el cuerpo y lo abandonan a s suerte.
Alfonso sobrevive al ataque. Unos días despés recibe desde el lecho a su cuñado, César Borgia. Está acompañado de su guardaespaldas, Michellotto. Un gigantón. Piden quedarse a solas con el enfermo, y cuando Lucrecia y el médico se han ido, Michellotto estrangula a un pariente político que ya no conviene para las alianzas políticas de la familia Borgia.
Así lo cuenta el Premio Nobel de Literatura italiano Darío Fo en su libro LUCRECIA BORGIA. LA HIJA DEL PAPA (editorial Siruela).
Los Borgia eran una familia de origen valenciano, con raíces en Gandía, concretamente. El apellido español era Borja. Entre los miembros más destacados de la familia hay dos Papas, Calixto III y Alejandro VI, que no reparó en recursos y vidas para tratar de unificar Italia bajo el control de los Estados Pontificios. Fracasó.
Los Borgia no eran romanos, y las familias más enraizadas en la ciudad no les perdonaron eso, como los Orsini, según Joan Françesc Mira, autor LOS BORGIA: FAMILIA Y MITO.Sobresalen Rodrigo, César y Lucrecia, un trío que ha inspirado la novela LOS BORGIA:LA PRIMERA GRAN FAMILIA DEL CRIMEN, del escritor Mario Puzo especializado en novelas sobre los hombres de respeto de la Mafia.
Rodrigo Borgia se las arregló para que le nombraran vicecanciller, el segundo puesto más importante del Vaticano y se mantuvo en el cargo con los cuatro Papas que sucedieron a su tío Calixto III. También era padre de familia atento con los hijos que ha tenido extraoficialmente con su amante, la cortesana Vanonzza Cattanei. Los niños creen que RodrigoBorgia es su tío. Cuando es elegido Papa y adopta el nombre de Alejandro VI, desvela su identidad a Juan ( de 18 años), César ( de 12) y Jofré ( de 10). Alejandro VI es el primer Pontífice del Renacimiento que reconoce oficialmente a sus hijos y dejan que medren a la luz. Del engaño en que mantivo a su prole, bien educada y criada hasta su nombramiento en el Cónclave de 1492 proviene la expresión "nepotismo", (del italiano "nipote", sobrino).
Lucrecia, por ser la única chica fue la más querida por todos, y la más maltratada emocionalmente por las consecuencias de la política de su padre y de su hermano César. La casaron con Giovanni Sforza, un principe de Milán, a los 13 años. Hasta que la alianza con los Sforza dejó de ser conveniente. Giovanni Sforza tuvo dos opciones: decir que era impotente y que el matrimonio no se había consumado (falso, pero...¿quién discute sobre eso con el Santo Padre?) o morir asesinado. Giovanni decidió que la humillación pública y de por vida era llevadera.
Hemos citado arriba lo que pasó con Alfonso de Aragón, príncipe de Nápoles. Lucrecia decide que ya no aguanta más, que se le pide demasiado, muchísimo más que lo que es común entre las mujeres de su rango, y huye a un remoto convento.
El detonante es la aparición del cadáver de Juan Borgia flotando en las aguas del Tiber. En aquella época Juan era el líder militar de los Estados Pontificios y cometió algunos errores de protocolo con la distribución de unas medallas, celebrando una victoria que en realidad había sido del Gran Capitán. Quizá César Borgia, destinado a ser cardenal, para lo que no tenía vocación, lo matase para poder ocupar su puesto. En realidad, algunos historiadores opinan que detrás de la muerte de Juan Borgia están los puñales de los Orsini.
Lucrecia regresa a Roma finalmente. Al fin y al cabo es la niña querida del Papa, aunque sin pasiones incestuosas por medio, como se ha especulado. Cuando Alejandro VI no puede atenderla es Lucrecia la que se ocupa de la administración de la Curia.
Da a luz al infante Giovanni Borgia, del que se rumorea que es hijo de un paje llamado Perotto. Al niño se le permite vivir, pero Perotto lo paga con su muerte. Lucrecia se casa de nuevo con Alfonso de Este, señor de Ferrara. Como los rumores de una supuesta vida disoluta han llegado a los oidos del suegro, Hercules de Este, tras la boda y la consumación del matrimonio, este le muertra dónde se decapitó a una de las mujeres de los Este por mantener relaciones extramatrimoniales con su hijastro.
Pero en Ferrara Lucrecia es feliz. Es el rincón de Italia donde terminan todos los artistas y los sabios. Ella se rodea de los pintores y los escultores más aplaudidos y les hace mecenazgo. Funda el primer Monte de Piedad de Italia. Los vecinos de Ferrara la recuerdan como una aristócrata devota y caritativa. Los italianos actuales prefieren creer que se trataba de una envenenadora, cuando ese fue el último método para desembarazarse de gente que elegía su familia.
El 31 de diciembre de 1502 César Borgia aborta una conspiración entre sus condontieros. Los invita a cenar. La pesa está repleta de ricos manjares. César come con apetito, pero pasada cierta hora, se disculpa diciendo que tiene que atender a una dama. Los verdugos entran en el salón de banquetes y matan a todos los invitados. La acción es aplaudida en toda Italia.
Alejandro VI ha muerto y es sustituido por el efímero Pío III ( 26 días en la silla de San Pedro). Luego viene Giuliano della Rovere, también un Papa con descendencia y adicto - a veces- a los métodos de su rival, Rodrigo Borgia. Giuliano hace huir hacia Nápoles a César, que es detenido por los aragoneses. Se escapa de la torre donde se le retiene y huye a Navarra, donde muere en combate. Se había involucrado en las luchas de los navarros por no ser anexionados por Castilla.
Hemos citado arriba lo que pasó con Alfonso de Aragón, príncipe de Nápoles. Lucrecia decide que ya no aguanta más, que se le pide demasiado, muchísimo más que lo que es común entre las mujeres de su rango, y huye a un remoto convento.
El detonante es la aparición del cadáver de Juan Borgia flotando en las aguas del Tiber. En aquella época Juan era el líder militar de los Estados Pontificios y cometió algunos errores de protocolo con la distribución de unas medallas, celebrando una victoria que en realidad había sido del Gran Capitán. Quizá César Borgia, destinado a ser cardenal, para lo que no tenía vocación, lo matase para poder ocupar su puesto. En realidad, algunos historiadores opinan que detrás de la muerte de Juan Borgia están los puñales de los Orsini.
Lucrecia regresa a Roma finalmente. Al fin y al cabo es la niña querida del Papa, aunque sin pasiones incestuosas por medio, como se ha especulado. Cuando Alejandro VI no puede atenderla es Lucrecia la que se ocupa de la administración de la Curia.
Da a luz al infante Giovanni Borgia, del que se rumorea que es hijo de un paje llamado Perotto. Al niño se le permite vivir, pero Perotto lo paga con su muerte. Lucrecia se casa de nuevo con Alfonso de Este, señor de Ferrara. Como los rumores de una supuesta vida disoluta han llegado a los oidos del suegro, Hercules de Este, tras la boda y la consumación del matrimonio, este le muertra dónde se decapitó a una de las mujeres de los Este por mantener relaciones extramatrimoniales con su hijastro.
Pero en Ferrara Lucrecia es feliz. Es el rincón de Italia donde terminan todos los artistas y los sabios. Ella se rodea de los pintores y los escultores más aplaudidos y les hace mecenazgo. Funda el primer Monte de Piedad de Italia. Los vecinos de Ferrara la recuerdan como una aristócrata devota y caritativa. Los italianos actuales prefieren creer que se trataba de una envenenadora, cuando ese fue el último método para desembarazarse de gente que elegía su familia.
El 31 de diciembre de 1502 César Borgia aborta una conspiración entre sus condontieros. Los invita a cenar. La pesa está repleta de ricos manjares. César come con apetito, pero pasada cierta hora, se disculpa diciendo que tiene que atender a una dama. Los verdugos entran en el salón de banquetes y matan a todos los invitados. La acción es aplaudida en toda Italia.
Alejandro VI ha muerto y es sustituido por el efímero Pío III ( 26 días en la silla de San Pedro). Luego viene Giuliano della Rovere, también un Papa con descendencia y adicto - a veces- a los métodos de su rival, Rodrigo Borgia. Giuliano hace huir hacia Nápoles a César, que es detenido por los aragoneses. Se escapa de la torre donde se le retiene y huye a Navarra, donde muere en combate. Se había involucrado en las luchas de los navarros por no ser anexionados por Castilla.
Para ver:
El trailer de una película española de 2005 sobre esta familia del Renacimiento. (Ojo: desnudos).
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