Olga Sangrador. Un caso de violación.

Siguiendo las entradas que involucran la crónica negra de España, les traigo un caso en el que participó como miembro de los piquetes de búsqueda Carlos, el marido de mi tía Julia en junio de 1992.

La Guardia Civil descubrió el cuerpo de Olga Sangrador, una niña de nueve años, que llevaba varios días en paradero desconocido. Las imágenes muestran al jefe del operativo Francisco Javier Galache sujetando al autor de la violación y posterior asesinato, Juan Manuel Valentín Tejero, que lleva una barba descuidada. El perpetrador es un reo que disfrutaba de unos días de permiso.

La Guardía Civil sospechaba de él porque tenía antecedentes de exhibicionismo y abuso de menores, no era de la región y se le había visto merodear por el pueblo de Villalón de Campos (Valladolid). En el vídeo, de mala calidad, Galache le dice a Valentín Tejero: "Mírala". El reo gira la cabeza y musita: "Sí. Es ella".

Los guardias civiles sabían que se trataba del culpable pero necesitaban reunir pruebas o conseguir una confesión que se pudiera utilizar contra él en un juicio. Le interrogaron durante 48 horas pero lo único que conseguieron de Valentín Tejero fue unas miradas duras. Claro que los agentes utilizaron todas las triquiñuelas para intimidarle.

La jugada maestra fue llevarle al bar del pueblo, donde se reunía para tomar algo los miembros de los piquetes de búsqueda, y demorarse un tiempo allí. El miedo a ser reconocido y relacionado con la desaparición, de un linchamiento, hizo palidecer a Valentín Tejero, que se animó a confesar.

Fue condenado, gracias a la Doctrima Parot a 50 años de cárcel. De no haber sido revocada no saldría hasta 2025, pero salió en 2013, con la barba aún más descuidada, y después de un periodo de aislamiento.

"Es una mala persona. Tiene el odio dentro. Creo que de tener la oportunidad volvería a hacer daño a otra niña. A mí me afectó porque en 1992 tenía una hija de la edad de Olga, pero luego pasan los años, ves que él sigue en prisión, y descubres que te da igual. La Comisión de Derechos Humanos  del Tribunal Europeo dice que era una Ley abusiva y la acatamos, claro. Pero la opción de arriesgarse a que esta gente vuelva a delinquir es peor", dice Galache, un coronel de la Guardia Civil, en 2013 en la reserva.