FUE PRECEPTOR, CONSEJERO, Y MUCHO MÁS, DEL REY JUAN CARLOS. LO CONOCIÓ CUANDO ESTE TENÍA 21 AÑOS Y CON EL TIEMPO LO AYUDARÍA A DISEÑAR LA ESPAÑA DEL DÍA DESPUÉS DE FRANCO. AHORA, UNA BIOGRAFÍA NOS REVELA LA PERSONALIDAD Y EL LEGADO DE TORCUATO FERNANDEZ MIRANDA. EL AUTOR, SU SOBRINO-NIETO, NOS OFRECE UN RETRATO ÍNTIMO CON FOTOS INÉDITAS DEL GRAN GUIONISTA DE LA TRANSICIÓN.
La pregunta parecía inocente en boca de su hijo adolescente. "Papá; si haces cosas tan importantes y tienes una relación tan especial con el Principe,¿por qué no sales en los periódicos?"
El padre da una larga calada a su pipa antesde responder. "Si se supiese todo lo que estoy haciendo y mi relación con Don Juan Carlos, no podría hacer nada de lo que estoy haciendo".
La escena ocurre en la primera mitad de los 70 en la casa familiar de los Fernadez-Miranda. Torcuato vive oficialmente ajeno a la política. Carrero Blanco y su coche blindado Dodge Dart han salido volando por los aires el 20 de diciembre de 1973. Cuando Fernandez-Miranda le pregunta a Franco por qué no le nombra presidente del Gobierno en lugar de Arias Navarro este le espeta: "¿Quiere que le nombre con la oposición de toda la clase política?"
Torcuato les cuenta a sus hijos una pequeña parte de los planes para España que tiene el Principa Juan Carlos. Menos de lo que dicta la prudencia política, pero lo suficiente para hacer volar la imaginación de los adolescentes.
En esas tertulias familiares siempre está presente Carmen Lozano, la esposa de Torcuato. La pareja se enamoró en el Gijón de los años 40. Se hicieron novios oficiales en los bailes de El Japonés, el lugar de moda entre los jóvenes de aquella fría ciudad de provincias. Torcuato bailaba mal pero ella siempre lo ayudaba a no perder el paso. El mundo era grande en aquellos momentos, de los dos. De Carmina y de Tato.
Durante su noviazgo Torcuato se sacó la carrera de Derecho con premio extraordinario, vivió en Roma y Madríd, preparó su doctorado y opositó para catedrático. Cuando sacó la plaza siendo el catedrático más joven de España, envió un telegrama a Carmen. "Prepara la boda".
Como catedrático a Torcuato le importaba poco que sus métodos de enseñanza fueran aplaudidos o no por los rectores, o por las autoridades franquistas. Los alumnos sabían que Torcuato hablaba en su aula de Karl Marz, del liberalismo estadounidense, de cómo funcionaba la economía dirigida soviética de los Planes Quinquenales y de las ideas del filósofo Ortega y Gassett. La voz corría. "Hoy da clase Tato", y las aulas se llenaban.
Torcuato respondía a las pregunta y las solicitudes de los alumnos del Colegio Mayor Valdés Sala. Cuando le pidieron que organizara un baile, este dijo: " Que sea de etiqueta".
Carmen y Torcuato engendraron ocho hijos en total, y vivía una vida sin sobresaltos en Asturias hasta 1951. Ese año Joaquín Ruíz-Jimenez le comunicó que había sido nombrado preceptor de un jovencísimo Principe de Asturias.
Cuando el futuro Juan Carlos I y Fernandez- Miranda estuvieron frente a frente, el Principe preguntó:"¿No me va a traer usted libros?". Torcuato respondió: "Su Alteza no los precisa. Trabajaremos como los trapecistas, sin red". La estrechez de la relación del Principe con Tiorcuato alarmó a Franco, que ordenó a un oficial del ejército estar presente durante las clases.
En cuanto a su carrera política, fue presidente dirante 11 días, pero presidente interino, hasta que nombraron a Arias Navarro para el cargo. Torcuato maquinó en las Cortes, de las que era presidente para que Adolfo Suarez fuera uno de los candidatos a sustituir a Arias Navarro.
Terminada su carrera pública estuvo viviendo en el campus de Cambridge, donde la muerte le alcanzó en 1980. No escribió memorias. Eso se lo encargó a sus hijos. Pero es el único político, franquista o democráta, cuya fotografía presidió hasta su abdicación el despacho del Rey Juan Carlos I.
Para leer:
El guionista de la Transición, Torcuato Fernandez-Miranda, el profesor del Rey"
Editorial Plaza y Janés).
No hay comentarios:
Publicar un comentario