"Winston Churchill tiene cien ideas al día. Cuatro son buenas, por no decir buenísimas. Las otras 96 serían buenas si no fueran tan peligrosas"
FRANKLIN DELANO ROOSELVELT.
Churchill esta de moda en Hollywood. Sabido es que cuando los mandamases de esos estudios encuentran un filón para hacer películas actúan como un bulldog con la pierna de un cartero: no lo sueltan. En estos seis meses ya hemos visto a Churchill preguntándose si vale la pena desembarcar en Normandía con la película CHURCHILL, así que ahora le vemos recoger los restos de la fuerza expedicionaria inglesa en Dukerque, en 1940. Curiosamente la historia de la Operación Dinamo ya ha sido contada desde el punto de vista de los soldados en DUNKERQUE, de Christopher Nollan, así como desde el punto de vista de los civiles que se enfrentaron a los torpedos y a soldados británicos asustados en los yates de recreo y las gabarras carboneras. ¿Qué tiene de diferente esta cinta? Que ahora es el propio Churchill (Gary Oldman) el que nos cuenta cómo ve las cosas.
Churchill es nombrado en verano de 1939 Primer Lord del Almirantazgo y se encuentra con el primer revés de la guerra. La URSS ha invadido Finlandia, con el visto bueno de los alemanes. El ejército finés se abastece de armamento desde los puertos noruegos y Alemania se abastece de hierro desde los puertos del sur de Suecia. Ambos países son neutrales, por lo que conviene tomar esos enclaves estratégicos. Solo que Hitler tiene la misma idea y lo consigue antes. Churchill no logra que la Royal Navy desaloje a los alemanes del Mar del Norte.
Es entonces cuando Hitler toma la decisión de invadir Holanda, Bélgica y Francia. Chamberlain, un defensor de los pactos con Alemania y de cederles terreno a los nazis, dimite. Churchill es nombrado Primer Ministro, pese a su fracaso. En un comunicado de radio asegura que no se cederá más ante los alemanes. "Lucharemos en las playas, en las colinas, en los campos y en las ciudades. Solo tengo para ofrecer al pueblo británico sangre, sudor, esfuerzo y lágrimas".
Las tropas alemanas han penetrado en Francia por Sedán y avanzan hacia Arrás a una velocidad de 50 kilómetros diarios. La fuerza expedicionaria británica sólo puede retroceder, junto a sus aliados franceses. En una visita a París, Churchill comprueba con espanto que la desorganización de los franceses es tal que ni siquiera tienen divisiones de reserva.
Cuando los alemanes rompen las líneas aliadas en Ostende, las tropas quedan copadas en Dunkerque. Los alemanes no aprovechan la victoria porque, o bien están mosqueado por una victoria tan rápida, o porque las roderas de los Panzer no se agarran bien al terreno arenoso. Además los tanques alemanes están faltos de combustible.
Churchill decide sacrificar la vida de los hombres que resisten de forma desesperada en Calais, para ofrecer una cobertura a la evacuación de la infantería inglesa. Tiene la primera de sus ideas buenas pero peligrosas. Enviar naves civiles de poco calado a evacuar a las tropas inglesas que se pueda. Entre 250.000 y 300.000 soldados británicos y franceses se ponen a salvo.
Churchill era un líder que se jugaba la vida, tal y como exigía a sus soldados, en el frente. Hitler no pisó el frente nunca. Stalin iba muy poco. En una de esas visitas tuvo un amago de ataque al corazón. En otra cogió una neumonía. Fue el primer Primer Ministro británico que usó dobles. Uno de ellos murió al ser derribado el avión en que viajaba a causa de los informes de la Inteligencia alemana.
Para ver:
https://www.youtube.com/watch?v=LgyuykEc7gk
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