La Operación Oro.

La CIA y el Servicio de Inteligencia británico se aliaron para espiar al bloque soviético gracias a la construcción de un túnel en Alemania Oriental. Fue la Operación Oro.

Poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial los servicios de espionaje británico informaron a sus homólogos estadounidenses de que habían captado en Viena una serie de mensajes encriptados gracias a una red de telecomunicaciones subterránea.

Los británicos ofrecieron ayuda a los estadounidenses, una de esas ofertas que, como decía Don Vito Corleone en EL PADRINO, no se podían rechazar. Usar el mismo método en la RDA, en el Berlín ocupado. Washington dio luz verde a este proyecto y pronto se construyó un túnel de 450 metros que se internaba en la zona de onfluencia soviética a sólo 66 centímetros de la superficie asfaltada de una autopista.

Los britanicos colocaron los micrófonos en mayo de 1955 y.desde entonces, los equipos de transcriptores de Washinton, Londres y Berlín comenzaron a transcribir las conversaciones y los teletipos de los soviéticos.. Los datos versaban sobre fuerzas nucleares y convencionales en Alemania Oriental y Polonia. Pero once meses después el túnel fue descubierto por los soviéticos.

Parece ser que el Kremlin conocía la Operación Oro desde el principio gracias a los soplos de un topo soviético infiltrado en la Inteligencia Británica, George Blake, que se había cambiado de bando mientras era prisionero en Corea del Norte. Alemania esperó once meses para coger desprevenidos y con el culo al aire a los espías del bloque capitalista. Se morían de ganas de dar una rueda de prensa para mostrar sus vesánicas intenciones hacia dos naciones pacíficas como la URSS y Alemania Oriental.

¿Qué sacaron la CIA y el SIS en claro de todo esto? Se grabaron un millón de llamadas que quedaron grabadas en 50.000 cintas,lo cual sirvió para tranquilizar a Eisenhower sobre las intenciones de los rusos. En la información que no estaba adulterada, Nikita Krushchev aseguraba que tenía ganas de muchas cosas pero ninguna de empezar una guerra termonuclear.