Machismo e historia de la ciencia.

CUADERNO DE NOTAS DE HELEN HAMILTON GARDNER.

Angela Saini sabe de sobre lo que es ser la única mujer en una habitación, sobre todo si esta habitación resulta ser un laboratorio científico. Le tocó ser la únoca chica en las clases de química y de matemáticas del Instituto, así como en las os carrera universitarias que posee, tanto de ingeniería como de ciencia y seguridad.

Ahora acaba de publicar INFERIOR. CÓMO LA CIENCIA SE VOLVIÓ CONTRA LAS MUJERES Y CÓMO LA INVESTIGACIÓN ESTÁ CAMBIANDO LA HISTORIA. SUPERIOR. EL INSIDIOSO REGRESO DE LA RAZA A LA CIENCIA será su próximo libro.

Dices que Darwin, el padre de la evolución, te defraudó, aunque no por su actitud. Dices que respetaba a las mujeres pero que escribió cosas francamente machistas. ¿Cómo es eso?

Darwin escribió en una carta personas que estaba convencido de que las mujeres eran inferiores a los hombres, que las mujeres no teníamos las mismas habilidades ni capacidades que los hombres.

 No obstante, era un tipo muy juicioso que argumentaba todo lo que escribía. Darwin decía que estaba convencido de lo que decía porque no veía muchas mujeres en puestos académicos. Alguien le hubiera hecho un favor si le hubiese explicado que vivía en una sociedad, la victoriana, en las que las mujeres no podían disponer de su propio dinero ni ganarlo sin el permiso de un hombre.

¿Has descubierto alguna científica de la época victoriana que admires?

Sí. Eliza Burt Gamble. En una época en que lo padres creían que demasiada educación espantaría a los pretendientes y expulsaría a las muchachas del mercado matrimonial, ella era autodidacta. Hizo un análisis crítico de las teorías de Charles Darwin, desde distintos puntos de vista.

También admiró a la neuróloga Helen Hamilton Gardner. A principios del siglo XX la neurología estaba en pañales. Los académicos pesaron cerebros masculinos y femeninos y llegaron a la conclusión de que los femeninos, por ser mas pequeños, indicaban una inteligencia inferior. Hamilton Gardner dedicó su vida a rebatir ese argumento.

Sin embargo, aún hoy en día, presenciamos cosas como la amputación del clítorix en vastas regiones de África o vimos que una sociedad tan refinada como la china vendaba los pies a las mujeres impidiendo su desarrollo normal.

Bueno; todo eso viene de la idea de que las mujeres son frágiles, modestas, recatadas y monógamas mientras que los hombres son guerreros y dirigentes, y deben ser brutales y promiscuos. A finales del siglo XX la sexóloga Sarah Bluffer Hrdy combatió esa idea argumentando que lo único que se conseguía con estas ideas es una caída de la natalidad.

En Oriente Medio el marido, el hermano o el padre tienen el papel de guardianes de la virtud de las mujeres y garantes de la línea de sangre masculina. De ahí los asesinatos por el honor y la prohibición de conducir para las mujeres. Todo ello viene de la necesidad de controlar la vida sexual de las mujeres.

Pero los varones tendrán que darse cuenta de que los argumentos machistas no son una buena política a largo plazo.

La política es a menudo un concurso de quién llega más lejos, y los políticos varones no por ello dejan a un lado la educación recibida. A principios del siglo XX, el biólogo reproductivo Walter Heape decía de las sufragistas que seguian una estrategia evolutiva equivocada, reclamando el derecho al voto en lugar de emplear esa mala leche para quedarse embarazadas. !Hombres!