El Wasteland Weekend.

Más de 40 º C, sin electricidad y con la ducha más cercana a más de 40 kilómetros. El Wasteland Weekend no es para "débiles", pero miles de fanátios de MAD MAX acuden cada año a este encuentro en el desierto de California para celebrar el "fin del mundo".

Wasteland Weekend compite cada año con el Festival Burning Man, que se celebra 20 días antes en el estado de Nevada.

Han pasado 39 años desde que el policía de ficción Max Rockanstanky perdiera a su mujer a manos del sádico motorista El Cortauñas en una Australia que se desvanecía tras el Holocausto nuclear. Se iniciaba una saga de películas de ciencia ficción postapocalíptica donde las carreras de coches blindados y tuneados, los ajustes de cuentas sangrientos y la guerra entre clanes de supervivientes es el pan de cada día. Un mundo donde la gasolina es escasa pero aús así se hace la guerra a bordo de coches y motos. Es el mundo del Guerrero Max.

En el Wasteland Weekend podemos ver reproducciones tuneadas a mano de los camiones de guerra, los motocicletas de combate y los coches blindados que aparecen en la saga. También veremos a los que participan vestidos con trajes de cuero posapocalípticos hechos a mano. Muchas chicas van con los pechos al aire porque en el lugar hace un calor pegajoso. Para disuadir de malas ideas los guardias de seguridad van disfrazados como Nux, el guerrero tuberculoso de la cuarta película de la saga.

El lugar no dispone de duchas pero sí de lavabos, servicio de seguridad, voluntarios para servir bebidas - se vende alcohol en una especie de bares- y médicos.

Puedes pelearte con una maza de gomaespuma en La Cúpula del Trueno al grito de "Dos hombres entran. Uno solo sale". Las mazas están diseñadas para que nadie se haga daño pero aún así raro es el año en que esta atracción no requiera la atenta atención de un médico con un botiquín.

El local oferta durante cinco días conciertos de rock, DJs, películas de ciencia ficción distópica y carreras de coches tuneados a partir del 26 de septiembre. El lema es, como dicen los organizadores: "No queremos espectadores, solo participantes".