Su reinado, de 63 años, puso nombre a la época victoriana, asociada al puritanismo, pero nada más lejos de la vida privada de Victoria. Fue testigo - y parte- de la gran expansión del Imperio británico, pero también dsafiço la moral de la época. Cuando se cumplen 200 años de su nacimiento, nos adentramos en los aposentos de una reina con mucha historia.
Luchó, como todas las mujeres del siglo XIX, con la necesidad de mantenerse esbelta hasta que murió su marido, el príncipe Alberto. Entonces dejó de usar corsé y empezó a ordenar a sus cocineras banquetes donde los platos de la cocina francesa e hindú y algunos clásicos de los británicos como el rosbif y la cabeza de jábalí con áspic. Naturalmente, engordó.
Durante el Jubileo de la reina Victoria (sus 60 años en el trono), la Corte la homenajeó con una gran cena de gala en el Palacio de Buckingham. El 22 de julio de 1897 se sirvieron trece platos. La Soberana dió cuenta de los siete primeros en 30 minutos.
Desde la muerte del Príncipe Alberto, Victoria siempre vistió de negro. Pero para el Jubileo de 1897 cambió su vestido de duelo por un sari confeccionado en oro. Entre sus joyas personales se encontraba el Koor-i-Noor, famoso por ser el diamante más grande del mundo y una pulsera engarzada con cuatro enormes brillantes, dos de los cuales habían sido propiaedad de la desdichada reina María Antomieta; otro. de su tía, la reina Carlota; el cuarto pertenecía a María Estuardo, que fue decapitada por orden de la reina Isabel I Tudor.
La reina Victoria se había casado con su primo, el Príncipe Alberto, con el que engendró 9 hijos. Fue la abuela de 42 nietos, 20 de los cuales se casaron con otros miembros de la realeza europea. Es por esta razón que los historiadores y los genealogistas la consideran "la abuela de Europa".
La muerte repentina de Alberto en 1861 sumió a Victoria en una profunda depresión. Sus médicos recomendaron que pasase el verano en Balmoral, el palacio de verano en Escocia, donde trabó una profunda amistas con un caballerizo escocés llamado John Brown. La reina dispuso que Brown se hospedara en una habitación contigua a la suya y hacía en su compañía todas las actividades al aire libre.
Pronto empezaron los rumores. A Bertie, el hederero al trono, le disgustaba ver a su madre en brazos de un hombre de un estamento inferior. Los criados la llamaban a sus espaldas "Mrs Brown".
"Puede que los rumores no fueran tan descaminados", explica el historiador británico Michael Mc Donald. "El guardabosques Brown se casó en secreto con ella y lo prueba la confesión de un clérigo de haber oficiado esa ceremonia a sus familiares en el lecho de muerte".
Otro de los amantes secretos de Victoria fue su secretario hindú Abdul Karim, el Munshi. Ese hindú esbelto de 24 años fue instalado en las mismas habitaciones que ocupaba con anterioridad el difunto John Brown. Cuando lo supo Bertie estalló en cólera.
Pero en realidad, Bertie era un mujeriego que entre otras aventuras sexuales, mantuvo una con Alice Keppel. De esta relación nació una niña. Sonia, la abuela de Camilla Parker Bowless, la esposa actual del Príncipe Carlos de Gales.
En realidad, la gran cantidad de normas que los burgueses victorianos debían observar fueron impuestas por el Príncipe Alberto, por lo que la corte victoriana vivía bajo una doble moral. Por un lado deseaban escaquearse de tanto rigor y por otro vivían con el temor de que este deseo se tradujera en hechos que pudieses ser descubiertos por otros burgueses tan reprimidos como ellos.
Scotland Yard recibió en 1889 la denuncia de la aparición en una joyería de un broche perteneciente a la Soberana. Interrogado por este hecho el joyero, este afirmó que se lo había vendido el cuñado de El Munshi. Bertie no perdió el tiempo en exigir a su madre que lo apartase de su lado, pero esta se limitó a decir que le había regalado la joya a Abdul Karim.
En 1900 murió Victoria. Bertie ordenó quemar la correspondencia del hindú con su madre y a embarcar al capricho de su progenitora rumbo a la India. El Munshi se encogió de hombros y se instaló en Agra, donde murió 46 años después.
Otra de las pruebas de que Victoria no era una soberana clasista ni racista fue que adoptó a una princesa yoruba cuyos padres habían sido asesinados por los dahomeyanos. Se llamaba Aina. Victoria ordenó que recibiera la misma educación y trato que sus propios hijos. Aina recibió el apellido Forbes, por el capitán de la Armada Real que la había rescatado. Fue bautizada como Sarah. La muchacha se casó con un hombre de negocios a los 18 años y la pareja se instaló en Nigeria.
PARA VER:
Trailer de SU MAJESTAS, MRS BROWN
https://www.youtube.com/watch?v=eKhEL1L4jMI
Trailer de VICTORIA Y ABDUL.
https://www.youtube.com/watch?v=4FaROqrH5hA
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Trailer de SU MAJESTAS, MRS BROWN
https://www.youtube.com/watch?v=eKhEL1L4jMI
Trailer de VICTORIA Y ABDUL.
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