El Hermitage, un conjunto imponente de edificios palaciegos cuya historia comieza con Catalina II - la fundadora del Museo- pasando por Napoleón, sobrevivió al avance de Hitler. Tres siglos de Historia han pasado por sus muros.
Cuando llueve en San Petersburgo, el Hermitage "llora". En 1941 los alemanes invaden la Unión Soviética. El Museo se había preparado para un asedio de la ciudad de Leningrado fletando trenes para evacuar las obras artísticas, enviadas a Los Urales. Un tercer tren no tuvo tiempo para salir. Los objetos artísticos que contenía se guardaron en los sótanos blindados. Un equipo de bomberos luchaba contra los incendios provocados por los bombadeos. Durante los permisos, los soldados del frente eran invitados a pasear pos las salas vacías del Museo y les contaban las historias de los cuadros que habían ocupado esas paredes. Por las noches los militares se daban clases los unos a los otros de Historia del Arte para que, por lo menos, no se perdiera el recuerdo de lo que habíasido el patrimonio ruso.
El Hermitage es un conjunto de edificios palaciegos a orillas del Neva; entre ellos el Palacio de Iniverno, el palacio zarista. Sus colecciones abarcan desde el Egipto faraónico,las culturas siberianas, el mndo grecoromano y llegan hasta el arte renacentista y las vanguardias rusas.
La historia de este presioso lugar comienza con Pedro I el Grande, aunque Catalina II fue quien inauguró el Museo. Pedro I reunió objetos de todo el mundo y compró el primero de los cuadros de Rembandt de las colecciones del Museo. Amaba la vida sencilla: comer, bailar, confraternizar con sus súbditos, talar árboles, sacar muelas a los trabajadores de Leningrado y pelearse.Todo muy ruso, por otra parte.
Catalina II reunió la primera colección de cuadros en 1769. El comerciarte Gotzkowski había comprado los lienzos para el rey de Prusia, Federico II. Empobrecido por el coste de sus campañas militares, Federico II renunció a las obras de arte. El marchante Gotzkowsky había comprado, entre tanto, grano para alimentar a las tropas rusas durante una larga guerra. Pero la contienda fue breve, el precio del grano se desplomó y Gotzkowski incurrió en deudas. Ofreció pagarlas en especie con los cuadros que no le pudo pagar el rey prusiano y Catalina aceptó semejante botín de guerra.
Catalina II coleccionaba gemas y compró una colección de pintura francesa, la de Pierre Crozat. Como buena aficionada al sexo compró todos los cuadros que encontró del tema mitológico erótico de Leda y el Cisne.
Pablo I y su esposa aprovecharon un viaje por Europa Occidental para comprar muebles y obras de arte. Visitaron talleres, marchantes y a coleccionistas. En Venecia Pablo I se hizo con una colección de estatuas de Bernini.
Alejandro I es el zar que venció a Napoleón y avanzó con sus cosacos hasta París en 1813. Dicen las malas lenguas que fue uno de los multiples amantes de Josefina, y que le compró la colección de objetos artísticos saqueados por Napoleón en Egipto, Alemania y España. También se aprovechó del saqueo que los marchantes británicos hicieron durante las campañas españoles para desalojar del país a Napoleón.
El cruel zar Nicolás I tuvo que luchar contra un pavoroso incendio en el complejo museístico. Los soldados arriesgaron sus vidas para desalojar las obras artísticas de las salas en llamas, y los obreros y empleados lucharon a la carrera por tapiar con ladrillos las ventanas y rociarlas con agua. Gracias a esto se salvó esta magnífica pinacoteca. Los sótenos del Museo eran utilizados por el zar Nicolás I para interrogar a los disidentes.
Alejandro II fue víctima de una bomba de los revolucionarios pero antes pudo comprar la Virgen con el Niño de Rafael.
Nicolás II adquirió antes de abdicar en febrero de 1917 una tabla de Leonardo Da Vinci a un mñusico callejero. También adquirió cuadros impresionistas.
Kerenski, el jefe del Gobierno Provisional, instaló hasta octubre de 1917, cuando fue depuesto por los bolcheviques, una guardia de cadetes y empleados del Museo para evitar los saqueos. El nuevo Gobierno de Lenin se preguntó qué hacer con las colecciones. ¿Eran de la familia imperial y por lo tanto no se podían vender sin expreso consentimiento del zar?¿Eran del Gobierno soviético? El caso es que decidieron conservar el rico Patrimonio ruso.
Alejandro I es el zar que venció a Napoleón y avanzó con sus cosacos hasta París en 1813. Dicen las malas lenguas que fue uno de los multiples amantes de Josefina, y que le compró la colección de objetos artísticos saqueados por Napoleón en Egipto, Alemania y España. También se aprovechó del saqueo que los marchantes británicos hicieron durante las campañas españoles para desalojar del país a Napoleón.
El cruel zar Nicolás I tuvo que luchar contra un pavoroso incendio en el complejo museístico. Los soldados arriesgaron sus vidas para desalojar las obras artísticas de las salas en llamas, y los obreros y empleados lucharon a la carrera por tapiar con ladrillos las ventanas y rociarlas con agua. Gracias a esto se salvó esta magnífica pinacoteca. Los sótenos del Museo eran utilizados por el zar Nicolás I para interrogar a los disidentes.
Alejandro II fue víctima de una bomba de los revolucionarios pero antes pudo comprar la Virgen con el Niño de Rafael.
Nicolás II adquirió antes de abdicar en febrero de 1917 una tabla de Leonardo Da Vinci a un mñusico callejero. También adquirió cuadros impresionistas.
Kerenski, el jefe del Gobierno Provisional, instaló hasta octubre de 1917, cuando fue depuesto por los bolcheviques, una guardia de cadetes y empleados del Museo para evitar los saqueos. El nuevo Gobierno de Lenin se preguntó qué hacer con las colecciones. ¿Eran de la familia imperial y por lo tanto no se podían vender sin expreso consentimiento del zar?¿Eran del Gobierno soviético? El caso es que decidieron conservar el rico Patrimonio ruso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario