Producción francesa dirigida por Benoìt Jacquot, basada en la frívola sociedad del Antiguo Régimen, y en su más famoso personaje: el libertino jugador, ocultista y escritor de origen veneciano Giacomo Casanova (1725-1798)
La acción sucede cuando el aventurero de alcoba tiene 45 años, en 1770. Cuando tenía problemas, o bien iniciaba una estafa que le salía mal, o a las autoridades eclesiásticas les llegaba el rumor de que tenía libros prohíbidos, o sus asuntos de alcoba le granjeaban poderosos enemigos, optaba por la huída. Esta vez ha dejado París y se ha instalado en Londres, una ciudad de la que lo ignora todo. Tras unos encuentros casuales con la cortesana Marianne de Charpillon se obsesiona con seducirla y se olvida de las otras posibles conquistas amorosas.
Marianne puede ser una prostituta, una mujer a la que todo varón solvente puede tener si paga lo acordado, pero ansía algo más, algo que Casanova no sabe si será capaz de darle. Quiere acceder a una intimidad amorosa, por su profesión, vedada para ella. Así que permite que Casanova se acerque, pero no lo suficiente. Le propone que será suya cuando deje de desearla como una conquista sexual, una muesca en el revólver.
Casanova en sus Memorias cita 132 conquistas amorosas entre su adolescencia y 1778. Por ejemplo, se enamoró de un castrato, por eso de que hacía a todo. Luego, al empezar los juegos sexuales, descubrió que se trataba de Teresa, una muchacha huérfana, que se hacía pasar por un eunuco para poder cantar en el coro de una iglesia italiana, unaforma de ganarse la vida que estaba vedada a las chicas por los clérigos.
Escribió mucho, con un éxito variable. Cuando habla de sus experiencias en los salones de la nobleza y la alta burguesía se muestra natural, rayano en el costumbrismo, porque describía cosas cotidianas en la forma de cortejar a las mujeres o en la forma de relacionarse entre los diferentes estamentos que los censores no querían ver por escrito. Ni podían evitar tales hechos ni sabían si era conveniente reprimirlos. Mejor no citarlos. Por eso el libro LAS AMISTADES PELIGROSAS, una novela epistolar que muestra los estragos del libertinaje y las intrigas sexuales con un lenguaje crudo, tuvo problemas con los censores. No porque los jueces de alcobas, especializados en escándalos y crímenes sexuales, no supieran que se daban tales hechos sino porque no querían que se supiera que no eran eficaces en su represión.
Para ver:
https://www.youtube.com/watch?v=BBUbV_cQs8M
Para ver:
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