Este enorme pez nada tranquilo en las aguas templadas de todo el mundo. No tiene miedo de los predadores porque se siente seguro gracias a su gran envergadura. De hecho, es el pez oseo más pesado del mundo. Se han documentado peces luna de más de dos toneladas de peso y de más de tres metros de envergadura.
Su piel no parece apetecible para un depredador porque no tiene escamas, tiene la textura del papel de lija y está recubierta de una película de moco. Aús así, cuando el alimento escasea, un filetito de pez luna no es algo a lo que hagan asco los tiburones, las orcas o los leones marinos.
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