San Francisco, 1950. La Marina de los Estados Unidos prueba tres cepas de virus supuestamente inocuos acompañados por partículas de sulfuro desde un cazaminas para ver cómo actuarían los patógenos peligrosos de veras durante un ataque bacteriológico. Tienen la mala suerte, pues una de las cepas, "Serrata marcecens" no es tan inofensiva como la pintaban los biólogos.
La cepa causa conjuntivitis en los casos leves y la muerte en los más graves. 11 personas son hospitalizadas con raras infecciones y neumonía. Un anciano llamado Edward Nevin muere a causa de las pruebas y su familia queda arruinada tras pagar las facturas del hospital.
En 1977 el ex presidente Richard Nixon confiesa ante el Congreso que se habían realizado 200 pruebas de ese tipo sin informar a las autoridades civiles, a la población y a los servicios de Sanidad.
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