Esta serie de misterio para todos los públicos hace que simpatícemos con un detective con problemas psicológicos. En concreto, Adrian Monk sufre TOC, además de una serie de fobias que le imposibilitan tener una vida normalizada o recuperar su puesto como detective de homicidios, a las órdenes de jefe de policía Leland Stottelmayer (Ted Levine).
El detonante de esta situación es la muerte de la esposa de Adrian Monk, una periodista llamada Trudy mediante un coche bomba en 1997. A raíz de esto, Monk se encerró dentro de sí mismo, y allí se agudizaron sus problemas psiquiátricos. De allí le saca su enfermera, Sarona Fleming, mediante el recurso de confrontarle con la realidad. Cuando esta se va durante la tercera temporada la sustituye, con recursos más amables, Natalie Teeger.
Digo que la serie es apropiada para toda la familia porque una persona se ríe con los desencuentros con los neurotípicos de una persona con TOC, que además es presentado de una forma positiva, como un personaje más amable que conflictivo. Por los episodios de MONK van pasando una serie de personajes más desubicados que él, como Marcie, una chica con tendencia a obsesionarse con hombres a los que acaba acosando. Marcie acepta ir a la cárcel por una temporada por proteger a una persona que sí ha matado a su esposa y de la que estaba platonicamente enamorada. Es decir, un energúmeno asesino completamente adaptado y que no se merecía ni a su esposa ni las atenciones de Marcie. A este tipo de personajes me refiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario