Tres anarquistas subidos en una motocicleta con sidecar asesinaron al presidente del Gobierno Eduardo Dato tras acribillarlo a balazos.
Una motocicleta Indian con tres pasajeros enfila la calle Alcalá desde la plaza de Cibeles, siguiendo el automóvil sin blindar del presidente Eduardo Dato. A la altura de la Puerta de Alcalá, el conductor de la moto, el anarquista Ramón Casanellas, se colocó frente al maletero del coche, momento en que los pistoleros Pedro Mateu y Luís Nicolau vaciaron los cargadores de sus armas contra el cuerpo del Presidente del Consejo de Ministros, hasta poner fin a su vida.
Los anarquistas confesarían posteriormente que el móvil fue una venganza por la aprobación de la Ley de Fugas por Eduardo Dato, que daba impunidad a la Policía de Barcelona, a la Guardia Civil y a los pistoleros de extrema derecha de la patronal para liquidar impunemente a líderes sindicalistas. También por las actividades represivas del Gobernador Militar de Barcelona, Martínez Anido. Pero por encima de todo, Dato era un "burgués", que no había trabajado con sus anos una jornada completa en su vida. A los pistoleros anarquistas poco les importó que Dato hubiese hecho reformas sociales u obligado a los empresarios a subscribir un seguro obligatorio para sus trabajadores.
Los anarquistas asesinos llegaron a Madrid el 11 de enero de 1921 y en un alarde de bravuconería siguieron varias veces la ruta invariable que hacía todos los días entre el Palacio de la Moncloa y su domicilio el presidente. Pilotaban una motocicleta Indian por la que pagaron 5.100 pesetas de la época. El ministro de la Gobernación, Gabino de Bugablot y Araujo no estimo necesario, en un deje de irresponsabilidad, de blindar el vehículo, ponerle escolta policial o simplemente variar los itinerarios para evitar una emboscada.
Tras el atentado, Casanellas huyó a la Unión Soviética, y Nicolau, a Alemania, pero fue entregado a las autoridades españolas por su Gobierno. Mateu fue apresado el 13 de marzo en Madrid. Él y Nicolau fueron condenados a cadena perpetua, que se revocó cuando el rey Alfonso XIII fue derrocado y se instauró la Segunda República. Casanellas regresó a España donde falleció en un accidente de moto. Nicolau fue fusilado por las tropas franquistas al poco de terminar la Guerra Civil. Mateu concedió una entrevista desde su exilio en Francia al Diario Pueblo en 1967, donde decía que se sentía orgulloso de haber matado a Dato.
Tras el atentado la motocicleta y varias armas fueron encontradas por la Guardia Civil en un garaje de la calle Arturo Soria. Dato, moribundo, fue trasladado a la Casa de Socorro de Buenavista, donde falleció.
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